Levi Straus cierra seis de las ocho fábricas que tiene en EE UU
El fabricante de pantalones vaqueros Levi Strauss, que empezó a fabricar esta prenda en 1887 para los trabajadores de las minas de oro, no se ha podido blindar ante la caída de la industria textil estadounidense. La empresa, que comenzó a recortar sus actividades fabriles en EE UU en 1997, anunció ayer la que es, de momento, la última ronda de reducción de plantilla. La empresa eliminará 3.300 puestos de trabajo, el 20% de su plantilla, por el cierre de seis fábricas en este país.
Como resultado de este proceso, a Levi Strauss sólo le quedan dos fábricas en EE UU y la mayor parte de la producción vendrá de otros mercados exteriores, donde la compañía tiene 21 plantas. Según su presidente, Philip Marineau, 'no hay duda que tenemos que salir de la estrategia de fabricación en EE UU para ser competitivos'. Contratando fabricantes en el exterior, la compañía espera tener más flexibilidad de costes y proteger sus márgenes para invertir más en desarrollo y marketing.
En los últimos cinco años la empresa ha visto descender sus ventas por la competencia de otras marcas de diseñadores como Calvin Klein y Tommy Hilffiger, pero también por la parte baja del mercado, en el que se han instalado las prendas de bajo coste de cadenas de descuento como Wal Mart y JC Penny.
La política que está tratando de imponer Levi Strauss no es desconocida para esta industria. Nike fue una de las primeras marcas que decidió concentrar sus esfuerzos de diseño y mercadotecnia en EE UU, mientras las fábricas se localizaban en el sureste asiático principalmente.