El grupo KirchMedia declara la mayor suspensión de pagos de Alemania
La insolvencia de KirchMedia, sociedad que agrupa los negocios más rentables del consorcio (televisión en abierto y derechos de retransmisión de fútbol) y a la que pertenece un 25% de Telecinco, era inminente desde finales de la pasada semana, tras el fracaso de largas y arduas negociaciones entre accionistas y acreedores. Con una abultada deuda de 6.500 millones de euros e incapaz de hacer frente a sus compromisos financieros más inmediatos, el grupo del magnate Leo Kirch fue incapaz de convencer a unos y otros de que aportaran nuevos recursos.
La declaración de insolvencia, la mayor de la historia de Alemania, ha sido interpretada por muchos como una auténtica salvación, sobre todo por los bancos que tras meses de duras conversaciones podrán concentrarse ahora en la reestructuración de la firma y aspirar a recuperar parte de sus créditos. El principal acreedor es el banco bávaro Bayerische Landesbank, con 1.900 millones de euros; seguido de Dresdner Bank, con 460 millones de euros, y el Hypovereinsbank, con 450 millones de euros. Tanto los bancos como los nuevos administradores de KirchMedia, Wolfgang van Betteray y Hans-Joachim Ziems, se mostraron ayer optimistas sobre el futuro, y señalaron que 'no se trata de un final, sino de un punto de inflexión'. Los nuevos responsables de KirchMedia han asegurado que ésta no será fragmentada para vender sus negocios más rentables, como se temía, y que se conservarán la mayoría de los 5.500 puestos de trabajo. En el conjunto del grupo Kirch trabajan unas 10.000 personas.
Van Betteray confirmó también que la insolvencia no afectará a la retransmisión de la liga de fútbol alemana, cuyos derechos están en manos del grupo Kirch. 'La retransmisión de la Liga es para nosotros un producto de elevado interés', tranquilizó Van Betteray a los espectadores germanos. En cuanto a los derechos de retransmisión de los próximos dos mundiales de fútbol, los administradores han garantizado que se encuentran transferidos a otra sociedad del grupo no afectada, de momento, por la suspensión de pagos.
Los nuevos responsables de KirchMedia no han descartado que la insolvencia provoque una entrada de grupos extranjeros en el consorcio, una de las posibilidades más temidas en Alemania. Entre los interesados se situaría el magnate australiano Rupert Murdoch y los grupos italianos Fininvest y Mediaset, ambos del presidente italiano, Silvio Berlusconi. News Corporation, controlada por Murdoch, ya tiene una participación del 2,48% en KirchMedia, mientras Berlusconi posee un 4,96% a través de Mediaset y Fininvest.
La posibilidad de una entrada de Berlusconi en el panorama alemán de los medios de comunicación preocupa especialmente en círculos políticos. El canciller Gerhard Schröder afirmó que podría ser problemático que 'el jefe de Gobierno de un país amigo actúe en Alemania como empresario de medios de comunicación'. En este sentido, el primer ministro del Estado de Renania del Norte-Westfalia, el también socialdemócrata Wolfgang Clement, fue menos diplomático y señaló que sería algo 'intolerable' y 'monstruoso' que Berlusconi pudiera ejercer influencia sobre la opinión pública alemana a través del control de canales de televisión.
La crisis de Kirch ha desatado la polémica entre el Gobierno y oposición. Schröder acusó a Edmund Stoiber, candidato conservador a la cancillería y primer ministro del Estado de Baviera, de irresponsable, ya que, asegura, el Bayerische Landesbank, donde el Estado bávaro tiene mayoría, dio créditos a Kirch sin suficientes garantías.
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