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Mercados

Un mal negocio para la actividad de los bancos de inversión

Wall Street despidió entre febrero del año pasado y el de este año a 43.300 empleados, la mayor oleada de recortes de plantilla en varias décadas. Los bancos de inversión se han encontrado con un personal excesivamente nutrido ante el fuerte descenso de la actividad en la división de banca corporativa y amenazan con nuevos recortes.

Los trabajadores reconocen que la situación es preocupante. 'El mercado de salidas a Bolsa y de fusiones está parado. Todos sabemos que ahí está el verdadero negocio, y no en las comisiones que genera la intermediación de valores. Si las cosas no cambian, cualquier día me puede tocar hacer las maletas', señala un empleado de la división de banca privada de un banco alemán con fuerte presencia en EE UU.

En el último trimestre sólo se han producido 26 OPV en EE UU, aunque la caída fuerte tuvo lugar el año pasado, cuando el número de salidas a Bolsa pasó de las 441 en 2000 a las 99 de 2001. Asimismo, la actividad de fusiones y adquisiciones en el periodo ha caído a los niveles de 1995, según Thomson Financial.

La congelación del mercado de OPV supone una caída sustancial de los ingresos por comisiones que recaudaban las firmas por asesorar y colocar compañías en Bolsa. Además, tampoco pueden hacer mucho negocio con el tramo que se reservan para ejecutar el banco colocador, ya que las revalorizaciones no son ni mucho menos las de antaño. Según apunta Joan Bonet, gestor de carteras de Credit Suisse, los principales bancos de inversión se vieron castigados el año pasado por la caída de la actividad colocadora y de fusiones. No obstante, en los últimos tres meses han registrado importantes subidas por las perspectivas de que el negocio se recupere a finales de año. La realidad es, por ahora, muy distinta.

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