Wall Street acentúa los síntomas de flaqueza
Nasdaq y Dow Jones apenas varían, incapaces de superar la presión de la crisis palestina y de los resultados
Los mercados estadounidenses se afanaron ayer por superar la caída de las últimas sesiones. Después de una nueva apertura en negativo, los índices recuperaron algo de pulso, aunque sin mucha convicción. A una hora del cierre, el Dow Jones cedía un 0,1% y el Nasdaq, el 0,59%.
La jornada no daba para muchas alegrías. El conflicto de Oriente Próximo continuó estancado, pese a los llamamientos de Bush para que Israel abandone los territorios ocupados, y el precio del petróleo se mantenía por encima de los 27 dólares por barril.
Además, siguió el goteo de compañías de peso que alertan sobre los resultados del trimestre. El gigante Bristol-Myers y los fabricantes de programas informáticos CheckPoint y Compuware fueron las penúltimas empresas en rebajar previsiones.
En este ambiente, los inversores se aferraron a las pocas noticias positivas del día. Dell mejoró las expectativas, mientras Prudential Securities reiteró la recomendación de compra de Intel y Merrill Lynch aconsejó fuerte compra de Home Depot.
Bristol-Myers retrocedió un 16%, después de reducir las previsiones de beneficio para este ejercicio. La noticia afectó a Merck, que bajó un 2%.
Otros grupos, como la firma de seguridad en Internet Sonicwall y la empresa de software Inktomi también alertaron. La primera bajó un 30% y la segunda, el 10,5%. Las referencias económicas de día, de peso menor, tampoco invitaron al optimismo. Las solicitudes semanales de subsidios por desempleo mostraron un inesperado repunte, aunque el Gobierno restó importancia. Hoy se conoce el dato de desempleo de marzo, que ofrecerá mayor perspectiva sobre el mercado laboral.
Las Bolsas europeas registraron ayer retrocesos, lastradas por las petroleras y farmacéuticas. La debilidad de las últimas sesiones y la indecisión que mostró en la apertura, tras las nuevas advertencias sobre beneficios, desencadenaron los descensos. Londres cedió un 0,73%; París, el 2,03%, y Francfort, un 0,51%.
Las autoridades monetarias de la zona euro y del Reino Unido, el BCE y el Banco de Inglaterra mantuvieron invariables los tipos de interés, tal y como se esperaba. Wim Duisenberg, presidente del BCE, reiteró su confianza en que la economía empezará a recuperarse este año. El presidente del banco reconoció que la fortaleza del crudo es un riesgo para la inflación, pero aseguró que, por el momento, los precios están bajo control.
El optimismo relativo del organismo, sin embargo, no compensó las malas noticias empresariales. BP bajó el 2,4% tras advertir que los márgenes de beneficio cayeron en el primer trimestre hasta alcanzar el mínimo de una década.
El anuncio arrastró a otras compañías del sector, después de varias jornadas de avances, a pesar de las nuevas presiones sobre el precio del crudo. Totalfina perdió un 3,36% y Royal Dutch, el 2,16%.
El sector farmacéutico también fue víctima del nerviosismo, después de la advertencia de Bristol-Myers. Sanofi Synthelabo bajó un 4,43% y Aventis, el 3,33%.
Los escasos avances de la sesión correspondieron a los sectores eléctricos y de alimentación y bebidas, típicamente defensivos. Fortis se anotó el 1,57% entre rumores de adquisición por algún grupo francés.
Las dudas de Wall Street tuvieron reflejo en los mercados latinoamericanos. Los índices se movieron en tierra de nadie, moviéndose entre ligeras ganancias o pérdidas moderadas. En Buenos Aires, Telecom Argentina volvía a mostrar debilidad. A una hora del cierre, el Merval caía un 0,79% y São Paulo ganaba un 0,77%.
La Bolsa de Tokio hizo ayer una pausa en su marcha alcista. El Nikkei retrocedió un 0,19%, hasta los 11.379 puntos. Las ganancias de las siderometalúrgicas, como Nippon Steel, amortiguaron las pérdidas de las grandes compañías tecnológicas.