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UE

Hoy entra en vigor la directiva que impone restricciones a las aeronaves más ruidosas

Hoy entra en vigor la directiva europea aprobada por el Consejo de Ministros de Transporte de la Unión Europea el pasado día 26 para hacer frente al problema del ruido generado por los aviones, que permitirá imponer restricciones a las aeronaves más ruidosas en los aeropuertos más afectados, incluso su prohibición total.

La norma sustituye el reglamento que abolía el uso de silenciadores ('hushkits'), que debía ponerse en marcha en la misma fecha, evitando así un nuevo conflicto entre la UE y Estados Unidos, cuya industria aeronáutica fabrica este tipo de equipamientos.

La propuesta de directiva se basa en los acuerdos alcanzados en el seno de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que ha aprobado un nuevo certificado más estricto, 'Capítulo 4', para aviones menos ruidosos que los 'Capítulo 3', que estará en vigor desde el 1 de enero de 2006. La OACI también ha aprobado un proceso de recertificación de aviones y un nuevo enfoque para retirar los aviones más ruidosos, aeropuerto por aeropuerto.

Los actuales certificados 'Capítulo 3' incluyen un amplio espectro de aviones, desde algunos considerados muy ruidosos por Bruselas -los equipados con silenciadores- hasta otros cuyo nivel de ruido es aceptable. Con la nueva directiva, sólo algunos aeropuertos, los más afectados, podrán pedir que no operen en sus instalaciones aviones que, pese a estar considerados 'Capítulo 3', son ruidosos.

50.000 movimientos

En concreto, la norma afectará a los aeropuertos dentro del territorio de la UE con más de 50.000 movimientos anuales de aeronaves civiles, teniendo en cuenta la media de los tres últimos años antes de la aplicación de esta directiva. Además, las aeronaves registradas en países en vías de desarrollo estarán exentas de la aplicación de esta directiva durante un periodo de diez años.

Esta retirada de los aviones se hará en un plazo de cinco años, a un ritmo de un 20 por ciento cada año. No obstante, de acuerdo con estas nuevas normas internacionales, cualquier nueva restricción de operaciones en un aeropuerto requerirá un análisis del problema en profundidad y la búsqueda de posibles soluciones.

Para ello, la norma incluye un enfoque común para evaluar la situación de contaminación acústica actual y futura, así como el impacto previsible de aplicar una serie de medidas, con el objetivo de lograr beneficios medioambientales de la manera más económica, y disposiciones para reducir el impacto económico de estas medidas en las compañías de países en desarrollo, y medidas de control para que no se abuse de estas garantías.

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