París toma la delantera en Europa
La Bolsa de Francia ha luchado por conseguir una posición dominante en Europa. Ha logrado la primera fusión transfronteriza, con Euronext, y fue la pionera en crear un mercado exclusivo para compañías tecnológicas
Los franceses, en materia bursátil, tienen mucho de innovador. La Bolsa de París se ha anticipado en los últimos años a muchas de las tendencias que luego se han asentado en los mercados de valores europeos. Fue París la primera Bolsa europea que lanzó un mercado exclusivo para compañías tecnológicas, el Noveau Marché, en 1996. Si bien es cierto que hoy por hoy el mercado más relevante para este tipo de compañías está en Alemania (el Neuer Markt), su nacimiento tuvo lugar un año después del francés.
París también ha sido pionera en la unión transfronteriza de mercados. La fusión de la Bolsas de París, Bruselas y Amsterdam, para crear Euronext, fue la primera en Europa y, de hecho, la única que salió adelante tras el fracaso de las conversaciones entre Francfort y Londres. Dando el primer paso, una vez más, Euronext está estudiando actualmente la creación de una Bolsa para las compañías de telecomunicaciones, donde se negociarían contratos de banda ancha, de telefonía para acceso a Internet y de minutos de telefonía. Paralelamente, esta semana sin ir más lejos, el grupo galo EFI (Europe Finance et Industrie) anunciaba la creación de un mercado destinado a medianas empresas europeas con sede en Lyon.
La fusión de París, Amsterdam y Bruselas en el año 2000 para la creación de Euronext integró a la Bolsa francesa en una plataforma bursátil que se ha convertido en la mayor de la zona euro y en la segunda de toda Europa en términos de capitalización bursátil, por detrás de la de Londres. La Bolsa de París supone más de la mitad de todo Euronext, cuya capitalización, a 31 de diciembre de 2001, era de 2,07 billones de euros. Como muchas otras Bolsas de la zona euro, la de París ha sufrido con creces la desaceleración económica y el acusado descenso en las cotizaciones de las compañías. Entre 1996 y 1999, el índice Cac 40, aquel que recoge las 40 mayores compañías del mercado francés, vivió una etapa dorada con ganancias anuales superiores al 20%. Tan sólo en 1999, en plena burbuja tecnológica, el Cac se revalorizó la friolera del 51,12%. A pesar del recorte posterior a los máximos de marzo de 2000, el índice parisino cerró aquel año con un exiguo descenso del 0,54%. Fue en 2001 cuando de verdad acusó la crisis reinante con una caída acumulada del 21,97%.
En lo que va de año, el Cac es uno de las pocos índices europeos que todavía arrastran caídas. Las perspectivas, pese a todo, no son del todo malas. 'La tasa de dividendo del mercado francés, aunque baja en términos históricos, se sitúa a un 55% del nivel de los dividendos de los bonos y al 80% de los tipos del mercado monetario. Esto muestra que las acciones francesas están atractivas con respecto a la renta fija', aseguran los analistas de SG Equity Research, división de análisis de Société Générale.
La Bolsa de París, una de las mayores del continente, es también un mercado muy diversificado, donde conviven numerosos sectores. No obstante, la mirada de gestores y analistas se dirige hacia el Cac 40, en el que una decena de compañías llevan el peso y de las que muchas casas de análisis se hacen eco, en muchos casos con muy buenas recomendaciones. El valor con mayor ponderación del índice es la petrolera Totalfina Elf, grupo que en la actualidad goza del favor de muchos analistas. 'Totalfina Elf ofrece una combinación muy fuerte de crecimiento y creación de valor, cuyo precio actual -a pesar de las últimas subidas- está todavía infravalorado, en nuestra opinión', señalan los analistas de Morgan Stanley, quienes consideran que el valor se comportará mejor que el mercado y le dan un precio objetivo de 195 euros. La razón de esta recomendación radica en los excelentes resultados arrojados por la compañía, a pesar de la caída del crudo el año pasado. 'La consistencia en el cumplimiento de su promesas está suponiendo un factor diferencial en el precio de las acciones, tal y como se esperaba', coinciden los expertos de Merrill Lynch, cuya recomendación es de fuerte compra.
Al contrario que en otros mercados de la zona euro, donde los vaivenes de un solo valor arrastran consigo a todo el mercado, en París, aparte de Totalfina Elf, existe un buen número de compañías de diferentes sectores con un peso similar, entre el 5% y el 6%. Entre ellas, es muy alta la presencia del sector bancario y financiero, donde encajan algunos de los mayores grupos de Europa, como BNP Paribas, Société Générale y la aseguradora AXA. Los bancos cotizados franceses se sitúan entre los más rentables de toda Europa. 'Los resultados de la banca francesa del cuarto trimestre de 2001 estuvieron ampliamente en línea con nuestras previsiones', aseguran los analistas de Credit Suisse First Boston. 'En general, los resultados operativos mejores a lo esperado en banca minorista y en gestión de carteras quedaron deslucidos por las provisiones y la reducida ganancia de capital. Aun así, estos resultados fueron notables por la ausencia de sorpresas negativas, a pesar de las dificultades del mercado', añaden. Los expertos del banco de inversión recomiendan especialmente BNP y Société Générale, por cuanto, aseguran, se comportarán mejor que la media de los bancos europeos.
Otros valores con buenas perspectivas, de entre los grandes de Francia, son L'Oréal y Aventis, compañía de cosméticos y farmacéutica, respectivamente. 'L'Oréal está situada como nadie, con ramas líderes esencialmente en cualquier categoría, cualquier canal, cualquier país donde se venden cosméticos', aseguran los analistas de Merrill Lynch, cuya recomendación es neutral a corto plazo, debido a las altas valoraciones, pero de fuerte compra a largo plazo. Con respecto a Aventis, en los últimos días se han publicado numerosos análisis con recomendaciones de compra.
Otra cosa es France Télécom. La compañía arrastra una deuda de 60.700 millones de euros, derivada de los costes para el UMTS. Los resultados de 2001 del grupo han sido los peores de la historia de Francia, debido a la provisión masiva que ha hecho del fondo de comercio para cubrir la depreciación de los activos que adquiriera a lo largo de la burbuja bursátil. Pese a ello, ha arrojado un aumento del Ebitda (beneficios antes de impuestos, amortizaciones, depreciaciones e impuestos) del 14%. Los analistas no son del todo pesimistas, sobre todo tras el plan anunciado por la compañía de reducción de costes, vía venta de activos. Los analistas de Morgan Stanley consideran que el valor mantiene la mejor combinación de activos de entre las telecos europeas, aunque advierten del riesgo que entraña Mobilcom, compañía alemana de telefonía móvil en la que participa con un 28,5% y que está intentando venderle el resto del capital, lo cual aumentaría todavía más la deuda. 'Creemos que la evolución a corto plazo de las acciones dependerá de la decisión en torno a Mobilcom y de la hoja de resultados', afirman los analistas.
Uno de los mayores mercados de fondos
El mercado francés de fondos de inversión es relativamente reciente -data de los años sesenta- y, sin embargo, es uno de los mayores del mundo. Hasta el año 1999, de hecho, Francia era el segundo mercado mundial de instituciones de inversión colectiva por detrás de Estados Unidos.
El lanzamiento de Luxemburgo como plataforma financiera de referencia en los últimos años ha permitido que el Gran Ducado sustituya a Francia en el segundo puesto. Frente a los 6,1 billones de euros gestionados en Estados Unidos, Luxemburgo supera los 900.000 millones, y Francia, los 823.000 millones. El patrimonio gestionado por las instituciones de inversión colectiva españolas, por ejemplo, se sitúa en torno a los 185.000 millones de euros.
Lo curioso del mercado francés de fondos es el arraigo que allí tienen las sociedades de inversión de capital variable (Sicav), al igual que sucede en Luxemburgo. El nacimiento de la inversión colectiva francesa se dio, de hecho, con estos instrumentos, en 1964, y no fue hasta 1967 que nacieron los primeros fondos. Hoy en día, el patrimonio gestionado por los fondos ya supera al de las Sicavs: 490.000 millones de euros, frente a 333.000 millones, a 28 de febrero de 2002.
Los franceses, históricamente, han demostrado mucho interés por la inversión, y han participado masivamente en las privatizaciones públicas de grandes conglomerados estatales. Quizás este espíritu ahorrador canalizado a través de vehículos de inversión tiene que ver con la peculiaridad del sistema financiero francés, el cual prohíbe la remuneración de cuentas.
La célebre normativa ni-ni (ni remuneración de cuentas, ni cobro por los talones impresos para los clientes) es motivo a estas alturas de un acalorado debate, y de no pocas presiones por parte de la Unión Europea. Caixa Bank, filial francesa de La Caixa, se ha anticipado a la previsible supresión de esta regla, lanzando una cuenta remunerada al 2%. El grupo financiero español se ha amparado en el hecho de que la regla ni-ni se refiere a cuentas en francos, no en euros.