Barceló compra en EE UU una cadena hotelera por 603 millones
El grupo hotelero Barceló ha dado un paso más en sus planes de internacionalización con la compra de una cadena en Estados Unidos por 528 millones de dólares (603 millones de euros). La española ha acordado la adquisición de la propietaria y gestora de hoteles Crestline Capital Corporation a través de una oferta de compra que supone una prima del 7,3% sobre el precio de las acciones de Crestline del miércoles.
Barceló, mediante una filial, se hará con el 100% del capital, libre de deudas, a través de una oferta en efectivo de 34 dólares por acción. Tras la compra surgirá una nueva compañía, denominada Barceló Crestline. Según una nota difundida por PRNewswire, Simón Pedro Barceló mostró su 'satisfacción por la compra, que aumenta significativamente nuestra presencia en Estados Unidos y nos permite crear una sólida plataforma para nuestra expansión'.
La operación ha sido aprobada por los consejos de administración de las dos sociedades y está previsto que la fusión esté concluida en junio de este año.
Crestline Capital Corporation es la matriz de Crestline Hotels & Resorts, uno de los principales grupos hoteleros estadounidenses. La empresa es fruto de la segregación de la actividad de gestión hotelera de Marriott.
La empresa gestiona y arrienda 38 establecimientos hoteleros con 7.000 habitaciones y salas de convenciones en 12 estados de Estados Unidos. Muchos de sus hoteles operan con marcas como Marriott, Hilton, Sheraton, Renaissance o Crowne Plaza.
Barceló, por su parte, cuenta con 18 hoteles en Estados Unidos. Ya era la primera cadena hotelera de capital español con mayor presencia en ese mercado.
Los atentados del pasado 11 de septiembre han provocado una fuerte recesión en el sector hotelero estadounidense y muchas compañías están buscando fórmulas para reducir costes debido a la escasa ocupación de los establecimientos.
Uno de los principales atractivos de Crestline, según los analistas, es su posición de liquidez, que se cifra en unos 200 millones de dólares (228 millones de euros) por la venta de activos hoteleros. Los títulos de Crestline subían ayer como la espuma en Bolsa, acumulando un crecimiento de más del 25% en los últimos 12 meses.
Un analista de Crédit Lyonnais Securities señalaba a Bloomberg que 'el precio parece justo. Tal vez Barceló tiene planes para sacar partido a su liquidez, unas ideas de las que parecían carecer los anteriores gestores'.
En el comunicado oficial difundido a través de Internet, Crestline señalaba que 'la fusión era la mejor alternativa desde el punto de vista fiscal para maximizar el valor de las acciones de la empresa estadounidense y crear valor para el accionista'.
La apuesta por la internacionalización
Las cadenas españolas han puesto su mirada en el exterior ante la fuerte competencia en el mercado nacional. Además de la compra de hoteles o contratos de gestión en el extranjeros, las compañías han optado por integrarse verticalmente para asegurarse tanto clientes como habitaciones donde alojarlos.
Barceló, en este sentido, ya ha dado varios pasos significativos. En el verano de 2000, suscribió un acuerdo con el operador turístico británico First Choice para fusionar su división de viajes. Tras la operación, en la que Barceló aportó activos a cambio de acciones, el grupo con sede en Palma de Mallorca ha pasado a convertirse en el primer accionista del turoperador británico, con una participación del 20%.
Barceló facturó el año pasado 301 millones de euros, con un beneficio antes de impuestos y amortizaciones de 61,4 millones de euros. Dispone de 24.500 habitaciones repartidas en 110 hoteles de 18 países.
Crestline Capital, por su parte, cerró el pasado ejercicio con una caída del 54% de los resultados debido, fundamentalmente, a la venta de activos, que dejaron el Ebitda de la compañía en 20,4 millones de dólares (23,25 millones de euros).