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UE

Alemania cierra el año 2001 con un déficit fiscal de 49.100 millones

Alemania ha cerrado el año 2001 con un fuerte deterioro en sus finanzas públicas, presa de la fuerte desaceleración económica. El déficit fiscal alcanzó 49.100 millones de euros frente al superávit de 18.800 millones registrado un año antes. A pesar de todo, el desfase presupuestario no ha alcanzado el 3% del PIB, límite máximo establecido en el Pacto de Estabilidad.

Las finanzas alemanas salvaron los muebles a última hora, superando por muy poco el riesgo de que en 2001 el déficit público llegara a rebasar el umbral del 3% del PIB, máximo permitido por Bruselas.

Al final, el déficit del Estado y del resto de las Administraciones públicas alemanas aumentó el pasado ejercicio hasta 49.100 millones de euros (42.717 millones de dólares), equivalente al 2,6% del PIB, tras un superávit de 18.800 millones de euros (16.356 millones de dólares) en el año 2000.

Según los datos publicados ayer por la Oficina Federal de Estadística, los ingresos del Estado, los länder, municipios y la caja de la Seguridad Social descendieron un 5,5% hasta 921.700 millones de euros (801.879 millones de dólares).

Este descenso se debió, sobre todo, a que en 2001 no hubo los ingresos extraordinarios registrados en 2000 por la venta de las licencias de la telefonía móvil de tercera generación (UMTS), que había engrosado las arcas del Estado en 50.800 millones de euros (44.196 dólares). De no ser por estos ingresos extraordinarios, registrados en el año precedente, la recaudación sólo hubiera descendido en 2001 un 0,3%,

Los gastos públicos aumentaron un 1,5%, hasta sumar 971.300 millones de euros (845.031 millones de dólares). La deuda se incrementó un 0,4% y alcanzó un volumen total de 1,19 billones de euros (1,03 billones de dólares).

El Gobierno del canciller Gerard Schröder salva así una difícil situación que puso contra las cuerdas el prestigio del gigante centroeuropeo. La delicada situación de las finanzas alemanas llevó a la Comisión Europea, a principios de este año, a proponer una dura reprimenda para el Ejecutivo germano, como está escrito en el Pacto de Estabilidad. La presión de Berlín llevó, finamente, en febrero a una solución intermedia para satisfacer a Alemania y, a la vez, no dañar el Pacto de Estabilidad. Alemania expresó por escrito su voluntad de alcanzar el equilibrio fiscal en 2004, a cambio de que el Consejo de Ministros de la UE no llegara a votar la reprimenda de la Comisión. La jugada ha salido redonda, por esta vez.

Para este ejercicio, año electoral en Alemania, las perspectivas son algo más halagüeñas. Después de un periodo, como 2001, en el que la economía se ha desacelerado hasta el 0,6% -el peor resultado en ocho años-, llegando incluso a alcanzar la recesión en los dos últimos trimestres -con crecimientos negativos del -0,2% y -0,3%-, el Gobierno confía en que la economía alemana supere el bache, ayudado por la recuperación en Estados Unidos.

El Instituto para la Economía Mundial (IFW), uno de los seis centros de estudios más importantes de Alemania, prevé que el PIB germano haya tocado fondo en el primer trimestre de este año, cerrando el ejercicio con un crecimiento del 1,2%, por encima de las previsiones oficiales (0,75%). Por otro lado, la coalición rojiverde en el Gobierno se ha asegurado un compromiso por parte de los länder -Estados federales- para que mantengan sus respectivos compromisos presupuestarios, sin poner en peligro los objetivos fiscales del conjunto de las Administraciones públicas alemanas, como ha estado a punto de ocurrir en 2001.

Huelga del metal

Mientras tanto, los metalúrgicos alemanes, un sector con más de tres millones y medio de trabajadores, extenderán las huelgas intermitentes a toda Alemania, ante la falta de acuerdo con la patronal tras la ronda de paros parciales en el este del país.

El sindicato IG-Metall anunció ayer una campaña masiva de huelgas a partir de la próxima semana, en apoyo de su reivindicación de un aumento salarial del 6,5%.

Miles de metalúrgicos secundaron la primera convocatoria de paros parciales iniciada el pasado lunes en varios Estados de la mitad este del país. Sin embargo, la patronal no ha modificado su oferta inicial de firmar un convenio colectivo para veinticuatro meses, con dos aumentos salariales del 2% por cada año.

IG-Metall considera muy difícil que se produzca una contraoferta por parte del empresariado, por lo que se prepara para una campaña de paros parciales que incluirá al oeste del país y que se iniciará en los turnos nocturnos de hoy, jueves.

Todo ello se produce justo cuando el índice de confianza de los empresarios alemanes ha mejorado en marzo, recuperando los niveles de mayo de 2001, según datos del Instituto para la Investigación Económica (IFO). Estados Unidos es, una vez, más la clave, país receptor de la cuarta parte de las exportaciones europeas.

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