La mitad de los gastos de la UE se sufraga con el Presupuesto germano
La marcha de las finanzas alemanas repercute no sólo en el presupuesto germano, sino también en el de los Quince, ya que Alemania es el primer contribuyente neto a las arcas comunitarias.
Los últimos datos cerrados por la Comisión Europea, referidos al año 2000, indican que Alemania ha corrido a cargo con 9.273 millones de euros (1,54 billones de pesetas) de los 18.314 millones de euros del conjunto de las contribuciones netas de los socios comunitarios, o lo que es lo mismo, con el 50,6% de la contribución total.
A larga distancia se sitúan Reino Unido, con el 20,6%; Holanda, con el 9,5%; y Francia, con el 7,7%.
España no se encuentra entre los contribuyentes netos. Es, en cambio, el primer beneficiario neto de los fondos comunitarios. Forma parte de un grupo en el que se encuentran también Grecia, Portugal, Irlanda, Italia, Finlandia y Dinamarca.
España se anota cerca de un tercio (27,6%) del total del saldo neto (5.056 millones de euros); por encima de los griegos, que se sitúan como segundo país beneficiario con el 23,9% del total de las ayudas, y de Portugal, con el 11,5%.
Alemania, Holanda, Austria y Suecia ya reclamaron en 1999 una disminución de su saldo neto (diferencia entre las contribuciones y los pagos recibidos) al Presupuesto comunitario. La cuestión se zanjó con el mantenimiento del estatus quo, entendido como una proporcionalidad entre la renta per cápita de cada país y su aportación a las arcas comunitarias. Las actuales perspectivas financieras (2000-2006) de la Unión Europea así lo certifican. Pero está claro que en las próximas negociaciones se va a modificar el criterio, sobre todo, teniendo en cuenta la incorporación prevista de 10 nuevos países, del Este europeo, con niveles de riqueza muy inferiores a la media comunitaria.
La adhesión de los candidatos del Este, prevista a partir de 2004, provocará probablemente que España deje de percibir el fondo de cohesión y gran parte de los fondos estructurales. En 2001, el total de ayudas a España procedentes de las arcas comunitarias se situó en torno a 6.000 millones de euros (un billón de pesetas), casi un 1% del PIB. Para 2002 está previsto que el saldo neto positivo alcance 6.710 millones de euros.
La intención de Alemania pasa por que parte de la carga que soporta actualmente se reparta entre otros contribuyentes netos, como Francia, y algunos de los beneficiarios, como es el caso de España.