Las ventas de jerez continúan a la baja por la caída de las exportaciones
Las salidas de vinos de Jerez desde las bodegas a los mercados nacional e internacional han sufrido una caída del 1,5% en 2001, confirmando una tendencia continuada al descenso de ventas de estos caldos desde hace una década, que es más notable en el caso del negocio exterior. En esta ocasión la pérdida ha sido más suave que el año pasado, cuando cayeron un 3,2%, y que el anterior, que se saldó con una merma de mercado de más del 8%. Pero estas cifras confirman un descenso total del 12,7% en sólo tres años.
Los vinos del Marco de Jerez (zona de producción delimitada por las localidades de Jerez, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda) han registrado un descenso del 1,5% en 2001. Las bodegas que operan en la zona han sacado de sus instalaciones un total de 94,3 millones de botellas de 75 centilitros cada una.
El dato no es coyuntural. En los últimos tres años las ventas de vinos de Jerez (en total nueve clases entre las que destacan el fino, la manzanilla, el amontillado, cream o medium) han perdido un 12,7% del mercado, principalmente debido al descenso de las exportaciones que aún suponen el destino principal de estos caldos. Las exportaciones de vinos de jerez durante el año pasado ascendieron a 75,8 millones de botellas, lo que representa el 70% de las salidas totales. El comprador líder sigue siendo el Reino Unido, con 27,5 millones de botellas, seguido de Holanda, con 25,1 millones.
Entre ambos países suponen la mitad de las ventas de caldos jerezanos. Pero estos dos mercados muestran desde hace algunos años síntomas de desaceleración. A esto ha contribuido la competencia de los vinos jóvenes procedentes de los llamados países del Nuevo Mundo (principalmente Australia y Suráfrica). Alemania, otro de los destinos tradicionales de los vinos jerezanos, da muestras de recuperación, con una subida del 1,72%, hasta situarse en 11,6 millones de botellas.
Fuentes del Consejo Regulador de los vinos de Jerez y la manzanilla de Sanlúcar de Barrameda ven también con optimismo el floreciente mercado de EE UU. Este país aumentó las compras un 5%.
Por tipos, el líder es el fino de Jerez, principalmente por ser el más consumido en los países más importadores. De fino se han vendido 25,3 millones de botellas. Le sigue el medium, con 24,8 millones de botellas; el cream, con 17,2 millones de botellas, y la manzanilla, con 12 millones.
En el mercado español, que suma compras de 18,5 millones de botellas en 2001, la clasificación de las preferencias por tipos de vino es radicalmente diferente a la del resto de Europa. En España domina la manzanilla desde hace una década, con unas salidas de 10,4 millones de botellas en 2001, lo que supone un 1,5% más que el año anterior. La manzanilla mantiene su tendencia al alza en España.
El mercado apunta hacia la diversificación
El mercado de antaño de los vinos de Jerez está ya instalado en una profunda crisis de ventas. Esta constante merma de mercado desde hace 10 años está transformando la cartera de negocios de las bodegas que operan en el Marco de Jerez.
Desde que Osborne inició en 1973 su política de diversificación con la compra de la legendaria bodega Montecillo de La Rioja, las empresas bodegueras jerezanas han tenido que enfrentarse al reto de buscar nuevas fuentes de negocio para abrirse otros mercados. El negocio del vino representa hoy tan sólo un 10% de los ingresos netos de la compañía del brandy Veterano.
Su ejemplo ha sido seguido por otra compañía familiar, González-Byass, que, además de introducirse en el negocio del aceite y de comprar bodegas ajenas a la Denominación de Origen de Jerez, está experimentando caldos con nuevas variedades, incluido el tinto.
El grupo de empresas Domecq fue adquirido por la multinacional ahora denominada Allied Domecq, que ha colocado el negocio del vino en un segundo lugar para primar en España y en los mercados internacionales sus marcas de whisky, ginebra y otras bebidas de alta graduación.
En el sector se explica la caída paulatina del mercado por el desplazamiento generacional de los viejos consumidores de vinos de Jerez en Europa por parte de los jóvenes, que prefieren las denominadas bebidas de trago largo (whisky, ginebra, ron o vodka).