Blair reduce impuestos a las grandes empresas por inversión en I+D
El ministro de Economía británico, Gordon Brown, anunció ayer una serie de medidas cuyas principales beneficiarias serán las grandes empresas del Reino Unido y que se traducirán en desgravaciones fiscales para estos grupos de más de 1.000 millones de libras (unos 1.600 millones de euros). El objetivo, según Brown, es incentivar la investigación y el desarrollo, la productividad y el empleo.
El anuncio se interpreta como un intento del Gobierno de Blair de recuperar la confianza de la City y demostrar que el laborismo continúa apoyando a la gran empresa, pese a las urgentes necesidades presupuestarias del sector público, sobre todo en los ámbitos de la sanidad, la educación y el transporte.
Las medidas, que empezarán a ser efectivas en abril, incluyen nuevos créditos para incrementar la I+D, que beneficiarán a las 1.500 grandes corporaciones que operan en el Reino Unido y que invierten más de 11.000 millones de libras (17.900 millones de euros) al año en esta partida. Los detalles de la ayuda serán dados a conocer en la presentación de los presupuestos del Estado el 17 de abril.
El Ministerio de Hacienda no ha desvelado el coste, pero los analistas han estimado que puede estar valorada en 500 millones de libras (819 millones de euros).
El plan de Brown para la gran empresa también contempla una exención por ganancias y pérdidas en grandes transacciones de acciones, con la que el Tesoro pretende reducir la carga fiscal 150 millones de libras (244 millones de euros) al año en estas compañías. El movimiento está diseñado para permitir a las empresas reestructurarse con rapidez y asegurar que las decisiones clave se toman por razones comerciales más que por motivos fiscales, aseguró el ministro.
Asimismo, se incluye un nuevo régimen para reducir los costes de bienes intangibles como el valor de patentes, propiedad intelectual y marcas. Los beneficios fiscales en este ámbito están valorados en 200 millones de libras (325 millones de euros) inicialmente, que se situarían en 350 millones de libras (570 millones de euros) a largo plazo.