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Bolsa de Madrid

Las operaciones empresariales centran la atención de los inversores en Bolsa

La evolución de los mercados de acciones ha entrado en una fase complicada tras la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos la semana pasada y el cambio de sesgo sobre los tipos de interés. El periodo de caídas de tipos ha concluido y ahora sólo cabe apostar por el reinicio de la tendencia al alza.

Los analistas recomiendan cautela a los inversores y seguir con especial detenimiento los datos económicos que se publiquen en Estados Unidos a partir de ahora, porque serán éstos los que aporten luz sobre la subida de tipos de interés allí, de la que ya avisó la Reserva Federal el martes.

Los observadores señalan que lo peor (y lo mejor) para las Bolsas son, desde siempre, las expectativas más que los hechos concretos. Lo peor, en este caso, no sería la subida cierta de los tipos de interés, sino la entrada en un proceso de expectativas de nuevas subidas a medio plazo.

Esta situación coincide en el tiempo con un fuerte aumento de los precios de las acciones desde los mínimos del 21 de septiembre, que en el caso del Dow Jones ha sido más pronunciado que en el resto de los principales índices del mundo. La renta fija pasa a ser, así, uno de los enemigos declarados de las Bolsas. Prueba de ello ha sido la fuerte caída de los precios de los bonos (rentabilidades al alza) en las últimas cuatro semanas en todos los mercados.

A corto plazo, sólo las operaciones empresariales de largo alcance acaparan el interés de los inversores. Las últimas opas han abierto el apetito de los compradores, aunque se han centrado en sectores muy maduros y, por tanto, en manos de las instituciones. El sector de autopistas es el que mejor refleja este hecho.

Los movimientos empresariales en ciernes, con opa de menor tamaño y popularidad, como la de Enaco, deben estar refrendados, según los analistas, con resultados en línea o mejores de lo esperado.

En las próximas semanas comenzarán a publicarse en Estados Unidos los resultados de las empresas cotizadas correspondientes al primer trimestre. La base de cálculo comparativo es, en teoría, muy favorable para muchas empresas, porque en el trimestre de 2001 ya ofrecieron balances muy negativos.

Para los expertos, lo peor en este proceso es que de nuevo algunas compañías realicen advertencias negativas sobre resultados o que se reactive el caso Enron con nuevos protagonistas.

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