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Ibex 35

El resurgir bursátil de los pequeños suple la apatía de los grandes

Hay dos Bolsas en una en la recta final del primer trimestre del año. La de los grandes y la de los más pequeños. Aquellos ofrecen síntomas renovados de cansancio. æpermil;stos resurgen con fuerza al calor de movimientos empresariales. Las opas sobre Enaco e Iberpistas han desatado una corriente especulativa alrededor de empresas con baja capitalización y buenos fundamentales. Los valores pequeños y medianos vuelven, de este modo, a estar de moda.

Lo que se preguntan muchos gestores es si la algarabía de los más débiles podrá romper lanzas a favor del mantenimiento de la tendencia alcista. La respuesta es negativa, porque, al menos hasta ahora, los valores menos capitalizados no han podido contagiar a los grandes de la Bolsa.

Este fenómeno explica la fuerte recaída de los volúmenes de negocio en las dos últimas semanas, con promedios diarios en el mercado continuo un 25% por debajo de las medias de los tres últimos meses.

Es la debilidad de fondo de los blue chip la que preocupa a inversores, gestores y analistas, porque son estos valores los que permiten entrar y salir con soltura, mientras las actuaciones en los medianos o pequeños se convierten, con frecuencia, en auténticas trampas de las que resulta muy difícil salir, salvo que se tiren los precios por la ventana.

Los factores que lastran la evolución de los títulos que más pesan en los índices son hoy los mismos que antaño. La exposición de la gran banca y de Telefónica en Latinoamérica es muy alta y la crisis en Argentina, lejos de mejorar, empeora a medida que pasa el tiempo. La debilidad del peso es manifiesta y los diferentes paños calientes que se han puesto, como si se tratara de pócimas milagrosas, no han podido evitar la lenta, pero continuada, devaluación.

Los altos multiplicadores de las grandes compañías es otro de los fenómenos que explica el retraimiento de la inversión. Son muchos los analistas los que consideran que las cotizaciones de las empresas de mayor tamaño están caras en la actualidad, porque el mejor tono económico que se aventura en Estados Unidos carece de la fuerza suficiente para justificar acciones tan caras. Este hecho, como se ha señalado ya en las últimas semanas, es más patente en los mercados estadounidenses que en las principales plazas europeas.

La distorsión que sobre la actividad económica puede suponer la subida de los tipos de interés en Estados Unidos es, asimismo, otro de los argumentos que juegan en contra de las Bolsas. Hace más daño la expectativa de subida que la propia subida.

La inflación, próxima amenaza

 

Los principales organismos internacionales han destacado en las últimas semanas que no existen peligros de subida de la inflación ni en Europa ni en Estados Unidos. Los analistas especializados en la materia no creen lo mismo.

 

 

 

 

 

 

 

Los expertos señalan dos factores que influirán en el alza de la inflación. Primero, el fuerte aumento de los precios del petróleo, que se sitúa en los niveles máximos de los últimos seis meses, periodo que servirá para comparar las tasas de inflación correspondientes. Segundo, el mayor dinamismo del consumo privado, que es el principal sostén de la recuperación económica en estos momentos.

 

 

 

El empeoramiento de la inflación puede provocar el adelanto de la subida de los tipos de interés en Estados Unidos. Tras el cambio de sesgo a peor, comunicado el martes por la Reserva Federal de Estados Unidos, el consenso es que los tipos subirán antes de lo esperado. Quizá en la reunión de mayo.

 

 

 

Las Bolsas han recibido estos cambios con cautela negociadora y estrechamiento de la banda de fluctuación de los índices.

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