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Congreso Socialista

Zapatero intenta forzar una ejecutiva de integración para dirigir el PSE

El líder socialista aspira a que el congreso del PSE pueda encauzar sin exabruptos la seria división interna que el partido arrastra desde el fracaso electoral en las últimas elecciones autonómicas (mayo de 2001), a las que concurrió con un proyecto político gemelo al del PP que no sirvió sino para fortalecer al PNV en el Gobierno de Vitoria. En aquellos comicios los socialistas perdieron un escaño en Vizcaya y el ex secretario general del PSE Nicolás Redondo Terreros comenzó a escribir su despedida, formalizada el pasado diciembre.

Los seguidores de este último intentarán hoy aupar a la secretaría general al alcalde de Ermua, Carlos Totorica, apoyado por el dirigente alavés Javier Rojo, el candidato que hubiera preferido Zapatero para pilotar la nueva etapa del PSE. Sin embargo, el reparto de poder territorial va a jugar probablemente en contra de sus deseos, ya que el vizcaíno Patxi López ha pactado con el sector mayoritario del partido en Guipúzcoa, paso que numéricamente, salvo sorpresas de última hora, le garantiza la mayoría para dirigir el partido en Euskadi.

Más allá de los nombres propios, entre los que hay que incluir también a la guipuzcoana Gemma Zabaleta como candidata testimonial a la secretaría general, el PSE se juega en este congreso la oportunidad de comenzar a recorrer un proyecto autónomo respecto al PP en el País Vasco, a partir del cual recupere el protagonismo político y el perfil propio que perdió con su salida del Gobierno de Vitoria en julio de 1998.

En la dirección federal del PSOE se asume que ésta no será una tarea fácil, ya que el Gobierno central y el PP, en particular, siempre han considerado el acuerdo antiterrorista que les une a los socialistas desde diciembre de 2000 como un compromiso que abarca también a las estrategias puramente políticas en Euskadi e impide, por tanto, cualquier tipo de entendimiento con el PNV.

En el PSOE se considera muy probable que después del congreso que culmina mañana, José María Aznar acceda a entrevistarse con José Luis Rodríguez Zapatero para pactar unas reglas de juego que no pongan en peligro el pacto contra ETA.

Es precisamente la conveniencia de tender puentes hacia el nacionalismo democrático lo que más divide en estos momentos de ofensiva terrorista a los seguidores de Patxi López y de Carlos Totorica, al margen de los enfrentamientos personales. Mientras los primeros observan en el PNV gestos que abonan un espíritu de conciliación -desde el alejamiento de Batasuna en el Parlamento vasco hasta el creciente compromiso contraído con la seguridad de las víctimas potenciales de ETA- los segundos no perciben en el partido de Xabier Arzalluz pasos decisivos que demuestren que ha renunciado a la senda emprendida en Lizarra en el ya lejano verano de 1998.

Unidad de los partidos democráticos en una jornada de luto

 

El lehendakari, Juan José Ibarretxe; el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada; el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, así como otros representantes institucionales y de los principales partidos democráticos vascos, asistieron ayer en Orio a la manifestación, con el lema 'Pakea eta askatasuna' (Paz y libertad), en protesta por el asesinato del concejal socialista Juan Priede. Priede iba a asistir hoy en calidad de delegado al congreso que celebra en San Sebastián el Partido Socialista de Euskadi.

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