Polonia podrá limitar durante 12 años la venta de tierras a extranjeros
El Gobierno polaco podrá restringir la venta a extranjeros de tierras agrícolas y de explotación forestal durante un periodo transitorio de 12 años desde su ingreso en la Unión Europea (UE). Polonia y la UE alcanzaron ayer un acuerdo en el capítulo sobre la libre circulación de capitales, uno de los más sensibles para ese país, con un compromiso sobre el periodo transitorio para la venta de tierras agrícolas.
El Gobierno polaco había solicitado en un principio un periodo transitorio de 18 años para la venta de las tierras agrícolas porque, además de temer la especulación de terrenos, está sensibilizado por la historia de dominación extranjera del país.
El compromiso prevé además que los ciudadanos de la UE (agricultores independientes) que arrienden tierras agrícolas en el oeste y norte de Polonia podrán comprarlas tras un periodo de siete años de alquiler, explicaron a Efe fuentes de la Comisión Europea. Ese periodo, que comenzará a contar desde el inicio del arriendo y no de la entrada de Polonia en la UE, será de tres años para los que arrienden las tierras en el resto del país, indicaron las fuentes. La diferencia entre zonas responde a que, por circunstancias históricas, la parte noroccidental ha estado ligada a Alemania, 'hay más lagunas jurídicas' y las tierras son más fértiles.
Actualmente existe un número importante de arrendatarios procedentes de países comunitarios (Dinamarca, Holanda o Reino Unido) que trabajan la tierra en Polonia. Polonia fue el único país del antiguo régimen comunista donde se mantuvo la propiedad privada.
El comisario europeo para la Ampliación, Günter Verheugen, se congratuló ayer de los acuerdos con Polonia en los capítulos de negociación sobre la libre circulación de capitales y fiscalidad. 'El cierre provisional de las negociaciones con Polonia sobre libre circulación de capitales representa un avance. Este capítulo, que incluye cuestiones sensibles como la compra de tierra y de segundas residencias, ha sido hasta ahora el más difícil tanto política como psicológicamente', indicó el comisario alemán.