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EEUU

La 'comisión Enron' pide al regulador que controle a las calificadoras de riesgos

Primero fueron los analistas y la banca de inversión, después los auditores y ahora le toca el turno a las agencias calificadoras de riesgo. La comisión del Senado estadounidense que investiga la quiebra de Enron pidió ayer que estas firmas estén controladas por el regulador de EE UU (SEC en sus siglas inglesas). Joe Lieberman, un demócrata que encabeza la comisión, quiere que la SEC establezca una serie de normas que permitan acceder a la información que manejan las agencias calificadoras de riesgos.

La Comisión del Senado estadounidense que investiga la quiebra de Enron quiere que la actividad de las agencias de calificación de riesgos esté bajo el control de la SEC. 'Tenemos que analizar seriamente la creación de algún tipo de sistema de responsabilidad y control de lo que están haciendo las agencias', aseguró ayer el portavoz de la comisión, el senador demócrata Joe Lieberman.

Las palabras de Lieberman tuvieron lugar pocas horas antes de que las tres grandes del sector, Moody's, Standard & Poor's (S&P) y Fitch, comparecieran ante la comisión Enron para explicar por qué no detectaron irregularidades en las cuentas de la eléctrica. Estas tres firmas han recibido duras críticas por parte de algunos senadores e incluso del presidente del la SEC, Harvey Pitt, ya que no modificaron su nota de solvencia sobre Enron, que se encontraba por encima de grado de inversión, hasta cuatro días antes de que la compañía se declarara en suspensión de pagos.

S&P, Moody's y Fitch asignan calificaciones tomando como base la capacidad de los prestamistas para pagar sus deudas. Los informes ayudan a los inversores a decidir si compran bonos o pagarés de una empresa o un Gobierno.

Moody's, S&P y Fitch explicaron ayer ante la comisión que no detectaron ningún fallo en las cuentas de Enron, ya que la compañía les engañó de forma deliberada. En este sentido explicaron que la eléctrica ocultó una deudas por valor de 4.000 millones de dólares (4.600 millones de euros) a través de dos empresas filiales.

Ronald Barone, uno de los directores generales de S&P, hizo público un comunicado antes de su comparecencia ante la comisión en el que señalaba que Enron ni siquiera mencionó a S&P muchas de las asociaciones que excluyó de los estados contables la compañía y que le sirvieron para ocultar deudas. 'Si Enron hubiera dicho a S&P la verdad sobre sus finanzas, el impacto sobre la calificación de Enron habría sido significativo', aseguró Barone.

El senador Lieberman explicó que las agencias de calificación de riesgos manejan muchas veces información a la que no siempre tienen acceso los accionistas de las compañías. 'Estas agencias tienen un poder enorme para aprobar y dar calificaciones a empresas y a cualquier número de otras entidades en nuestra sociedad y esencialmente no tienen que rendirle cuentas de sus actos a nadie. La cuestión es si hubo algo más que podrían haber hecho para dar la voz de alarma antes de que todos nos viéramos pillados con la quiebra de Enron', señaló Lieberman.

Bajo las normas estadounidenses, las agencias calificadoras de riesgos tienen una categoría especial como organizaciones estadísticas de calificación reconocidas, que les permite cobrar honorarios por las evaluaciones que realizan sobre compañías y organismos públicos que emiten deuda.

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