Tres grandes grupos pugnan por ganar cuota de mercado
La voluntad del grupo Dragados de fusionar su concesionaria de autopistas Aurea con Iberpistas ha supuesto un giro sorprendente en las relaciones entre las empresas. Acesa es accionista de referencia de Iberpistas, de la que controla un 8% del capital; está presente en su consejo de administración y tradicionalmente las dos han acudido asociadas a distintos concursos a través del consorcio Iniciadora de Infraestructuras.
Tienen también una sociedad holding para controlar conjuntamente sus participaciones en dos de las autopistas radiales de Madrid y en la Autopista Central Gallega.
La operación de la filial de Dragados reduciría esta estrategia de Acesa respecto a Iberpistas a una mera participación financiera de Acesa, de un 3%, en la sociedad resultante de la fusión entre Aurea e Iberpistas. Con la oferta pública de compra por Iberpistas, Acesa pugna por mantener cuando menos su sólida posición en el mercado nacional de concesión de autopistas.
Alianzas
Cintra, la otra gran concesionaria española, nacida en el grupo Ferrovial, ha encontrado en su alianza con el grupo australiano Macquarie el socio perfecto para disputar a Dragados el liderazgo mundial en cuanto a concesiones. En el mercado español, Cintra tiene entre sus principales activos su posición de primer accionista de Europistas y la Autopista de la Costa del Sol.
La pugna por Iberpistas, una concesionaria de pequeño tamaño que cuenta entre sus virtudes con una reducida exposición de riesgo en Latinoamérica (únicamente tiene un 25% en un proyecto en Chile, junto a Sacyr), hace presagiar una dura batalla entre las grandes concesionarias por hacerse con el control de la Empresa Nacional de Autopistas (ENA).
Concesionarias y grupos constructores ya han explicitado su interés por participar en el proceso de privatización de ENA abierto por su actual accionista, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).