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Los nuevos emprendedores
Columna
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El empresario autónomo

El empresario autónomo es uno de los elementos claves para el desarrollo presente y futuro de la actividad económica. Es, sin duda, la forma más frecuente de creación de empresas. Según el último estudio de las Cámaras, más del 70% de las empresas de nueva creación en España están constituidas por autónomos, con un nivel de creación anual de casi 250.000 empresas.

Pese a esta elevada tasa de creación de empresas, también se observa una elevada destrucción. Sólo la mitad de las empresas creadas en un año pervive cuatro años después. Porque, sin olvidar la complejidad de la gestión de las obligaciones fiscales que se traduce en lo que se denomina coste fiscal indirecto, existen dos inconvenientes principales que penalizan la actividad del empresario autónomo: la complejidad de la normativa vigente y la elevada presión fiscal. Agravados, además, por las dificultades para mejorar la competitividad como son los problemas para obtener recursos financieros y los obstáculos para acceder a la formación continua necesaria para la mejora de su capacitación profesional.

En función de los problemas identificados anteriormente, existen las correspondientes medidas. Es necesario fomentar el asociacionismo para atender mejor a las necesidades específicas de cada sector de actividad y seguir avanzando en la ventanilla única empresarial creando la ventanilla única electrónica. Estas medidas impulsarían la creación de nuevas actividades empresariales y, como consecuencia de ello, el acceso de jóvenes y desempleados, al trabajo.

Adecuar la fiscalidad a sus necesidades reduciendo la presión fiscal en los primeros años de actividad y haciéndola más acorde a las del resto de empresas. Para ello se propone disminuir los tipos marginales del IRPF y los tipos impositivos en los primeros años de actividad. Poner un tope máximo a la tributación de los empresarios autónomos que sea equiparable al de las pequeñas y medianas empresas. Establecer una cuenta única fiscal que reduzca costes y tiempo. Eliminar las retenciones a terceros. Simplificar la gestión de obligaciones de la Seguridad Social y hacer una tramitación del IVA más fácil y accesible

Es imprescindible también ampliar las prestaciones sociales, en especial las incapacidades temporales; facilitar la contratación de personal, revisando las normas que restringen la contratación de familiares; potenciar canales de financiación específicos y adecuados como, por ejemplo, el régimen de microcréditos, las sociedades de garantía recíproca y el capital riesgo; potenciar los programas de formación específicos para facilitar la modernización; apoyar la competitividad a través de planes específicos de desarrollo tecnológico, e impulsar la creciente internacionalización de este tipo de empresas mediante formulas de apoyo nuevas (colaboración entre las medianas y grandes con este tipo de empresas) o renovadas (PIPE y consorcios diseñados a su medida).

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