Rotas las negociaciones entre el Gobierno balear y los turoperadores para retrasar la ecotasa
El último capítulo de la polémica sobre el cobro del impuesto sobre estancias turísticas en Baleares, también llamada ecotasa, se ha cerrado este mediodía con la ruptura de las negociaciones entre el presidente del Ejecutivo autonómico y el presidente de la Federación Internacional de Turoperadores, IFTO, Martín Brackenbury, para atrasar la recaudación de la tasa hasta el 1 de noviembre en vez del previsto uno de mayo.
El sector turístico de las Islas y los mayoristas han reiterado en las últimas semanas la conveniencia de retrasar el cobro hasta que finalice la actual temporada para no tener que hacer frente a "una lluvia de reclamaciones" por parte de los turistas que ya han adquirido su paquete vacacional y para evitar una bajada como la ya detectada en el mercado alemán del cinco por ciento.
Ante esta situación, Antich acudió a la pasada feria turística de Berlín, ITB, donde alcanzó un pre-acuerdo con los turoperadores para retrasar el cobro de impuesto y que, a cambio, fueran estos los que cobraran a los turistas un euro por noche que pernocten en las Islas en su paquete de viaje. Posteriormente, los mayoristas tendrían que abonar la recaudación a los hoteleros y estos, a su vez, darselo al Gobierno autonómico.
Este mediodía, el presidente de la Islas se ha reunido con Brackenbury en Palma de Mallorca y se esparaba que tras el encuentro se anunciara oficialmente el acuerdo para retrasar el impuesto. Sin embargo, tal anuncio no sólo no se ha producido sino que se dan por rotas las negociaciones, aludiendo a problema jurídicos.
Sin embargo, horas después, el vicepresidente del Gobierno balear y consejero de Economía, Comercio y Industria, Pere Sampol, reconocía que los mayoristas "han venido a tirar balones fuera" y que no han querido aceptar los puntos ya acordados.
En este sentido, Sampol destacó que "dos no firman si uno no quiere" y acusó a los turoperadores de ofrecer "un espectaculo negativo que puede perjudicar al turismo de las Islas".
Ante esta situación, el vicepresidente del Ejecutivo aseguró que se aplicará la ley en los plazos ya marcados ya que la patronal "no ha querido negociar".
Fuentes oficiosas aseguran, igualmente, que el Govern sólo estaba dispuesta a retrasar el cobro si obtenía el compromiso de los turoperadores de que no recurrirían el impuesto a partir del noviembre. "El sector no ha querido asegurar que no habría recurso y las negociaciones se han roto", señalan.