Greenspan deja los tipos en el 1,75% para apuntalar la incipiente recuperación
El grado de fortaleza de la demanda final en los próximos trimestres, un elemento esencial en una expansión económica sostenida, es todavía incierta'. Este es uno de los apartados más cauteloso del comunicado que ayer acompañaba a la decisión de la Reserva Federal sobre el mantenimiento de los tipos de interés.
Greenspan se mantiene a la expectativa ante la evolución de los precios. El comunicado mantiene un tono neutral, no muy habitual en la Reserva, ante el futuro próximo con los datos que se manejan en este momento. 'Teniendo en cuenta los objetivos a largo plazo de estabilidad de precios y crecimiento económico sostenible, los riesgos están equilibrados'. Es decir, que existe el mismo peligro de desaceleración económica que de que se produzca un aumento de la inflación.
La Bolsa respondió al anuncio de la Reserva Federal con el mantenimiento de las ganancias que se habían registrado a lo largo de la jornada. La sensación entre los analistas es que Greenspan mantendrá durante un tiempo la postura de esperar y ver para empezar a subir tipos en la segunda mitad del año.
El comunicado de la Reserva Federal está muy en la línea de las últimas intervenciones ante el Capitolio de su presidente cuando ya se dejó ver que las perspectivas de la economía de EE UU eran mucho mejores de lo que lo eran hace un año. Entonces la autoridad monetaria del país se comenzó a aplicar una política de recorte de tipos que ha dejado el precio del dinero en los niveles más bajos de los últimos 40 años,
La mayoría de los analistas ya daban por descontado una señal positiva por parte de la Reserva Federal. Lo cierto es que cada vez que Greenspan ha dejado entrever sus perspectivas sobre el futuro, desde las oficinas de los analistas de Merrill Lynch, Lehman Brothers o Citigroup por citar alguno, se daba un paso adelante para decir que había razones para ser incluso más optimista.
La sorprendente revisión al alza del PIB del último trimestre de 2001 y la caída del paro han dado alas a los que creen que Greenspan se quedó corto cuando predijo que la economía crecería entre un 2,5% y un 3%. Los expertos de Salomon Smith Barney señalaban que esperaban que la 'Reserva mantuviera una posición neutral en la mayor parte del año si las condiciones económicas positivas se mantienen'.
Más rebajas de impuestos
Quien, sin embargo, mantiene una postura más cauta es el propio presidente George Bush, o al menos es lo que parece hacer con sus últimos gestos políticos. Y es que, a pesar de que Greenspan dijo que ya no hacía falta el plan de estímulo fiscal, el Congreso finalmente aprobó una versión más suave del mismo. Pero Bush no está satisfecho y ha vuelto a lanzar su propuesta de recortar los impuestos a las pequeñas y medianas empresas.
Este recorte fiscal, que se va a encontrar con la oposición de los demócratas (con mayoría en el Senado), supondrá un coste de unos 104.000 millones de dólares (119.600 millones de euros) en los próximos 10 años. Los demócratas consideran que Bush hace así campaña electoral y pone en serio riesgo no sólo los presupuestos hasta el final de su legislatura, sino de varios años más.
El déficit comercial se dispara en enero
Analistas, economistas y la propia Reserva han advertido que el déficit comercial aumentaría al estar EE UU saliendo de la crisis más rápidamente que los principales países con lo que comercia. El problema es que según las cifras de enero conocidas ayer, el déficit ha crecido un 15,4% respecto al mes anterior, hasta quedar en 28.520 millones de dólares.
Según el Departamento de Comercio, los consumidores estadounidenses han demandado más bienes producidos en el exterior, por lo que las importaciones han crecido un 3,6%, la segunda vez que esta variable crece desde que empezó la recesión en marzo de 2001.
Por otro lado, las exportaciones, valoradas en 77.970 millones de dólares, han registrado una caída del 22%. Las ventas en el exterior siguen resentidas por la situación en Japón, donde las ventas han caído a niveles históricos y siguen estando perjudicadas por la fortaleza del dólar que en los dos últimos años no hace más que apreciarse.