_
_
_
_
Comunidad Valenciana

Las Fallas desatan la crisis de la pirotécnica Brunchú

La pirotécnica Brunchú ha unido a sus escasos beneficios de los últimos años la imposibilidad de cumplir sus compromisos en las Fallas por un problema en la importación de fuegos artificiales

La pirotécnica Brunchú, una de las de más solera de la Comunidad Valenciana, atraviesa un mal momento que ha saltado a la luz después de que la Guardia Civil detuviera en el paso de La Jonquera el tráiler que transportaba desde Italia los fuegos artificiales que iba a lanzar esta pasada noche en la Nit del Foc. La falta de una serie de permisos impidió que el camión con material explosivo cruzase la frontera, especialmente vigilada por la cumbre de la Unión Europea de Barcelona.

Este suceso puso en peligro no sólo el castillo de fuegos artificiales de anoche, sino también la mascletà de este mediodía, los dos actos pirotécnicos más importantes de las Fallas, encomendados ambos a Brunchú. La Junta Central Fallera (JCF), responsable de las fiestas, notablemente molesta, ha optado por rescindir el contrato con Brunchú y buscó una solución para que la fiesta no perdiese espectacularidad.

Cuatro de las principales pirotécnicas valencianas -las tres de la familia Caballer y la Pirotecnia Turís- aceptaron hacerse cargo conjuntamente tanto del castillo de anoche como de la mascletà de hoy y los fuegos previos a la cremà de esta noche, ante la imposibilidad de hacerlo en solitario, tanto por tiempo -todas tienen otros compromisos previos- como por falta del material.

El secretario de la JCF, Donís Martín, explicó ayer que el error cometido por Brunchú era imperdonable. 'Es una falta de previsión increíble, y aunque nos duele, no nos ha quedado más remedio que rescindir el contrato por esta falta de responsabilidad', señaló Martín.

El contrato que ha perdido Brunchú con las Fallas rondará los 36.000 euros (casi seis millones de pesetas). Pero lo que es peor es que, según Martín, 'el año que viene no se le va a contratar nada'. Brunchú, fundada en 1889, es una de las pirotécnicas más importantes de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, en los últimos años, sus cuentas de resultados ofrecen dudas sobre su futuro. De hecho, en el ejercicio de 2000 la compañía obtuvo unos beneficios de sólo 285 euros, con una ventas de 872.908 euros, tónica que arrastra desde hace varios años.

Según fuentes del sector pirotécnico, la mala situación económica de la empresa es la que ha provocado esta situación. 'No es normal que se esté trayendo el material desde fuera tres días antes de comenzar el montaje de un evento de esta magnitud', señalaron. Otro aspecto que ha extrañado es que se trajese desde Italia, cuando las pirotécnicas valencianas, incluida Brunchú, son fabricantes.

Explicaciones

Brunchú ha limitado sus explicaciones a un comunicado de prensa en el que, después de manifestar que se encuentra en 'un periodo de transición debido al cambio generacional en la dirección familiar de la empresa', destaca que tan sólo una parte del material que iba a dispararse en la Nit del Foc había sido adquirido a la empresa italiana Parente Fireworks.

La empresa señala, asimismo, que el documento que se les ha exigido en la frontera nunca se les había requerido antes. Finalmente, comunica en la nota que estaba preparada para realizar todos los eventos programados, al margen del castillo, es decir, la mascletà de hoy y la cremà de esta noche, algo a lo que se negó la JCF.

La Junta Central Fallera destina 150.000 euros a los espectáculos pirotécnicos de los 19 días que duran las Fallas de Valencia, si bien las empresas de fuegos artificiales suelen perder dinero para quedar bien, por el trampolín que supone.

De hecho, un castillo como el de anoche, con 2.000 kilos de masa explosiva y 4.000 carcasas de mortero y una duración estimada entre los 18 y los 20 minutos puede llegar a costar unos 90.000 euros, pero no se pagan más de 30.000.

Más información

Archivado En

_
_