Israel retira las tropas de las áreas palestinas por la llegada de Cheney
El Gobierno de Israel anunció ayer que planeaba entregar a los palestinos en la madrugada de hoy el control de algunas partes de la localidad de Jenín, el distrito de Belén y de alrededor del 20% del territorio de la franja de Gaza. La decisión se tomó en un encuentro con altos mandos palestinos, que fue posible gracias a la intervención del mediador estadounidense, Anthony Zinni.
La retirada de las tropas israelíes coincide con la llegada a Israel del vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, en el marco de su gira por Oriente Próximo, que concluirá en Kuwait. En su visita por 11 países de la región, Cheney ha fracasado en su propósito de lograr el respaldo árabe para un eventual ataque contra Irak.
El vicepresidente del Gobierno estadounidense apostó por la creación de un Estado palestino junto a Israel, pero rechazó reunirse con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat. De hecho, Cheney cargó las tintas contra el rais palestino: 'Debe renunciar de una vez por todas al uso de la violencia como arma política y hacer un 100% de esfuerzos para combatir el terrorismo'.
Cheney también sugirió que el reconocimiento de Palestina pasa porque Israel tenga 'la certeza de que su existencia como Estado judío dentro de fronteras seguras es reconocida por todos, y en primer lugar por sus vecinos'. La negativa del vicepresidente a reunirse con Arafat ha provocado la irritación del bando palestino. 'No entiendo cómo Cheney puede decir que persigue la paz cuando se entrevista con una parte y no lo hace con la otra', afirmó Saeb Erekat, el negociador jefe palestino.
En su visita a Israel, Cheney estuvo acompañado por Zinni, quien le puso al tanto de los avances logrados en el diálogo entre palestinos e israelíes. La presión internacional había logrado que las Fuerzas Armadas israelíes se retirasen la semana pasada de Ramala (Cisjordania).
El ministro de Defensa israelí, Benjamin Ben Eliezer, vinculó la retirada de las tropas a la total garantía de seguridad por parte de los palestinos. En particular, los altos mandos israelíes pidieron a sus colegas palestinos que impidan el lanzamiento de cohetes Qasam contra Israel desde las aldeas de Hanún y Beit Lahíe, en el extremo norte de la banda autónoma. Tel Aviv también exigió a la ANP que impida los ataques contra el asentamiento de colonos judíos de Guiló (Belén), fuente constante de conflictos.
Una economía estancada
Los 18 meses de conflicto entre Israel y Palestina están hundiendo la economía de la región. Israel cerró 2001 con una contracción del 0,5%, el peor resultado desde 1953, con un último trimestre especialmente duro, en el que el PIB retrocedió un 7,2%.
La economía palestina también sufre. El Banco Mundial estima que entre septiembre de 2000 y el final del año pasado, Palestina perdió 2.400 millones de dólares en ingresos (2.725 millones de euros). El paro afecta al 35% de la población activa. A esto hay que sumar el balance trágico de 1.075 palestinos y 345 israelíes muertos desde que estalló el conflicto.