Los demandantes de Andersen extenderán las querellas a la red internacional
Steve Berman, el abogado que representa a los empleados de Enron, en bancarrota desde principios de año, señaló que los directivos de Andersen "están equivocados" si piensan que se pueden desligar los socios internacionales del proceso judicial en Estados Unidos.
"Los socios comparten beneficios y costos e intercambian publicidad... no pueden escapar a sus responsabilidades", declaró Berman en relación con los anuncios de Andersen España y Chile de que intentan desvincularse de la matriz estadounidense.
Berman resaltó, asimismo, que tienen planes de añadir la red internacional que agrupa a todas las firmas internacionales de Andersen, llamada Andersen Worldwide, con sede en Ginebra, como corresponsable en el proceso judicial que existe ya en Houston.
Andersen Worldwide actúa como coordinadora de todas las firmas Andersen alrededor del mundo a través de un acuerdo que permite a cada una de ellas mantenerse como una entidad independiente pero compartir el mismo hombre, recursos y estrategia.
Los empleados y accionistas de Enron han demandado a Andersen por su participación en el descalabro bursátil de la compañía, y por no haber auditado correctamente las cuentas de la empresa energética, además de haber destruido documentos sobre el caso.
El Departamento de Justicia también ha procesado a Andersen por posible obstrucción a la justicia, y el Gobierno norteamericano ha prohibido hacer más negocios con la compañía, la quinta consultora más grande de mundo antes de que estallara el escándalo Enron.
Andersen España anuncia acciones concretas en breve plazo
La semana pasada, Andersen España anunció su desvinculación del grupo mundial y sus socios aseguraron que "adoptarán en muy breve plazo de tiempo" acciones concretas para consolidar su liderazgo y preservar su prestigio, así como garantizar las operaciones.
Andersen España es uno de los líderes indiscutible del sector en este país, con 23 de las 35 empresas más importantes de la bolsa española y 384 millones de euros de facturación (434 millones de dólares).
En términos parecidos se han manifestado otros socios internacionales de la multinacional como Andersen Chile y la subsidiaria británica, aunque en este último caso es más complicado porque la oficina en Londres podría estar directamente vinculada a la destrucción de documentos relacionados con Enron.
La teoría que mantienen los directivos de Andersen es que el grupo mundial es una operación completamente separada del negocio en Estados Unidos y que, por tanto, no tiene relación alguna con el proceso judicial de Enron y sus posibles ramificaciones.
El diario Financial Times informa hoy de que los socios europeos de Andersen han iniciado conversaciones informales para una posible fusión con alguno de sus rivales, y otras fuentes estiman que sería posible que fuera vendida a KPMG en su conjunto.
"Todo el mundo en Andersen esta intentado preservar lo máximo posible de la red pero no queremos hacerlo de forma equivocada", explicó un socio europeo de Andersen, al reconocer que hay muchos aspectos legales que hay que aclarar antes de una decisión.
Chritophe Gross, responsable de las operaciones en Alemania, Austria y Suiza, aseguró que los socios le han dado el mandato de romper sus relaciones con la matriz en Estados Unidos si es necesario, aunque estimó que esto es aún prematuro.
Alfo Cardoso, responsable de Andersen Francia, resaltó, por su parte, que en Europa nadie ha tomado por el momento una decisión en ese camino a excepción de España, aunque reconoció que es posible que algunas de las firmas pueda optar por salirse de la red.
Otra opción que tendría Andersen Worlwide consistiría en excluir del acuerdo global a Arthur Andersen LLP, la matriz en Estados Unidos, si es culpable de obstrucción de la justicia, y mantener el resto de la red intacta, algo técnicamente posible.
Sin embargo, muchos expertos estiman que la pérdida de prestigio de la firma Andersen en su conjunto, que sigue perdiendo día a día más clientes, hace prácticamente imposible que los socios internacionales sigan trabajando con ella, aunque se arriesguen a perder algunos de los grandes clientes estadounidenses.
El año pasado, Andersen tuvo unos ingresos totales de 9.340 millones de dólares (4.300 millones de ellos en EEUU) y contaba con 4.800 socios en todo el mundo, de los cuales 1.600 eran norteamericanos, su principal base de operaciones.