Europa pretende obligar a las webs a que adviertan al internauta del uso de 'cookies'
Los publicitarios y editores europeos piden a la Comisión Europea que no exija un consentimiento por adelantado del usuario para utilizar cookies (ficheros que rastrean a los usuarios) en sus webs. Esta medida supondría una desventaja frente a sus competidores no europeos.
Esos pequeños programas llamados cookies, que se cuelan en el ordenador al entrar en muchas de las páginas webs con el fin de identificar al usuario y saber por dónde está navegando, están creando una gran polémica entre la Comisión Europea y los principales asociaciones del sector publicitario, editores y agencias de comunicación.
La Comisión Europea ha redactado un primer texto con el que se pretende regular estas prácticas entre los países miembros. En este primer acercamiento, la Comisión ha querido legitimar el uso de estas galletas para un uso lícito como el análisis de la efectividad de un sitio web o la gestión de los anuncios, siempre que se respete la Ley de Protección de Datos. Hasta aquí, en el plano teórico, los publicitarios y editores europeos están de acuerdo.
Las discrepancias comienzan cuando el texto señala que los sitios o los proveedores que estén usando o facilitando el uso de estos pequeños programas deben advertir al usuario por adelantado. Las asociaciones europeas creen que es importante que se matice este detalle. Este 'por adelantado' significa que la página web o portal debe comunicar a todos sus usuarios nada más entrar en su dominio el uso de cookies y estos deberían aceptarlo de manera expresa.
'Las compañías deberán gastar millones de euros en rediseñar sus páginas para cumplir con la ley. Además, los editores europeos y los propietarios de los sitios estarían en clara desventaja frente a sus competidores sin presencia en Europa y que no tengan que cumplir con estas reglas', se dice en un alegato enviado a la comisión para que varíe esta norma firmado por la IAB Europe, la FAEP, la Asociación Europea de Agencias de Comunicación o el Consejo Europeo de Editores (del que forma parte Prisa), entre otros.
Estos grupos recalcan en su comunicado su oposición a esta medida. Su alegato defiende que es posible cumplir con las directivas que protegen la privacidad de los datos sin causar daños a la industria si se sigue un proceso distinto para informar al usuario. Su propuesta es que todo sitio que utilice o permita usar a terceros estas técnicas debe informar de ello en su web o dentro de la descripción de sus políticas internas.
En esta información se deberá explicar cómo configurar los navegadores para rechazar estos programas en caso de que el usuario no desee que se infiltren en su equipo o deberán facilitar otra cookie para bloquear su seguimiento o cualquier otra tecnología que pueda surgir.
Por otro lado, la Comisión dicta que también se informe por adelantado al usuario de las vías que se ponen a su disposición para borrar la información que sobre él se haya conseguido a través de este procedimiento. Una vez más, los editores y publicitarios quieren que se pueda almacenar esta información sin un permiso expreso del usuario, que baste con un clic de aceptación dentro del formulario de suscripción de las políticas generales o en el contrato de suscripción.
Las cookies se han convertido en una herramienta clave en Internet, pues permiten reconocer a un usuario y presentarle la página según sus preferencias. En publicidad se usan para segmentar las audiencias.