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Resultados

El beneficio de Catalana Occidente creció un 28% en 2001

El beneficio neto del grupo Catalana Occidente creció un 28,2 por ciento durante el año 2001 y ascendió a 53,2 millones de euros, con la integración del Grupo Lepanto, adquirido el año pasado por Catalana Occidente, y con la consolidación de su participada Crédito y Caución, cuyos resultados se contabilizaban anteriormente por puesta en equivalencia.

Estos cambios en la contabilidad propiciaron que el beneficio atribuido a la sociedad dominante creciese, sin embargo, un 3,3 por ciento, hasta los 41,4 millones de euros, explicó hoy la compañía.

El consejero delegado de Catalana Occidente, José María Serra Farré, aseguró que los resultados de 2002 "van a ser bastante positivos" y superarán el incremento del 3,3 por ciento del año pasado, aunque eludió anticipar el objetivo de ganancias que tiene la compañía para el ejercicio. La compañía espera mejorar los resultados con una mayor contribución del ramo de Automóviles y con los beneficios fiscales que cuenta por la compra de MNA.

La integración de las empresas del Grupo Lepanto contribuyó a elevar los ingresos totales a 1.278 millones de euros, cifra que representa un incremento del 27,8 por ciento frente al año 2000.

La expansión de la cifra de negocio se explica en buena parte por este incremento de perímetro, que permitió elevar un 31,1 por ciento la facturación por primas, hasta 1.117 millones. Por su parte, los ingresos procedentes de rendimientos financieros aumentaron un 9 por ciento y aportaron 161 millones.

La cartera de la compañía se compone en un 31,8 por ciento en primas de seguros de automóviles, en un 31,5 por ciento en Diversos, en un 22 por ciento de Vida y un 14,07 por ciento en Multirriesgos.

Automóviles y Vida

El ramo de Automóviles, donde Catalana Occidente prevé entrar este año en beneficios, facturó por primas 355 millones de euros, lo que supone una disminución del 5,5 por ciento frente al año 2000. El director general de la compañía, Francisco Arregui, indicó que esta caída "no preocupa en absoluto" a Catalana Occidente, ya que se produce por efecto del proceso de saneamiento aplicado en MNA desde el año 2000, que le ha permitido entrar ya en beneficio el año pasado. Según el directivo, este saneamiento se realizó con una pérdida global de negocio inferior a la prevista, ya que se redujo un 6 por ciento en los dos años, y con 5.300 millones en costes, frente a los 6.000 estimados inicialmente.

No obstante, el resultado técnico financiero en el ramo de Automóviles registró pérdidas de 16 millones de euros, superiores a los 15 millones de 2000.

La menor contribución en primas por el ramo de Automóviles fue compensada por el mejor comportamiento del ramo de Diversos que, gracias a la aportación del Grupo Lepanto, experimentó un incremento del 363,1 por ciento, hasta llegar a facturar 352 millones por primas. La producción en Multirriesgo ascendió a 164 millones de euros, un 8,8 por ciento más.

Dentro del ramo de Vida, el volumen de primas alcanzó los 246 millones de euros, lo que representa un retroceso del 1,6 por ciento, que estuvo condicionado por la menor suscripción de seguros de vida vinculados a fondos de inversión, popularmente conocidos como 'unit linked', a raíz de la volatilidad de los mercados.

Entre los hechos del ejercicio 2001, la compañía destacó la compra de Grupo Lepanto, que le supuso una inversión de 84,4 millones de euros; la culminación de la integración de sistemas y redes Multinacional Aseguradora (MNA) comprada en 1999 a Caixa Catalunya, y el saneamiento de su cartera de Automóviles.

Objetivos para crecer

Entre los objetivos de futuro, la compañía considera "prioritario" el crecimiento, para lo que sigue abierta a adquirir nuevas compañías rentables que le puedan aportar resultados y complementen sus planes de expansión, aunque estima que cuenta ya con "una dimensión suficiente para competir en el mercado nacional".

El consejero delegado precisó que el grupo explorará nuevas oportunidades de compra de compañías similares al Grupo Lepanto, "saneadas", "especializadas en un mercado específico", más que ir a la compra de compañías grandes con problemas como fue la operación de MNA en 1999.

Serra Farré explicó que cuando se adquirió MNA Catalana Occidente pretendía "adquirir masa crítica" y que ahora se plantea encontrar compañías que "vayan aportando beneficios en determinadas áreas de negocio".

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