Solana cree obsoletos los mecanismos de gobierno de la UE
El secretario general del Consejo de la Unión Europea, Javier Solana, presentará el viernes en Barcelona a los líderes europeos su primer diagnóstico sobre el funcionamiento actual de las instituciones europeas.
El presidente del Gobierno español y sus homólogos escucharán antes de cenar una presentación oral que acusa al Consejo Europeo de 'haberse alejado de su propósito original'.
Además, culpa al foro mensual de los ministros de Asuntos Exteriores de 'no cumplir ya satisfactoriamente su objetivo' y a la presidencia rotatoria que este semestre disfruta José María Aznar de haberse convertido en una apuesta 'por el prestigio nacional'.
Encargo de Gotemburgo
El informe de Solana obedece a un encargo de la Cumbre de Gotemburgo (celebrada en junio de 2000), en la que se pidieron sugerencias para intentar mejorar el funcionamiento de las instituciones comunitarias.
La perspectiva de que la Unión Europea sea ampliada en 2004 hasta tener 25 miembros aboca a una reforma casi total de los actuales mecanismos de decisión comunitarios.
Solana concretará sus propuestas en la Cumbre de Sevilla, que se celebrará el próximo mes de junio. Pero de momento sus críticas ya son contundentes.
'La mediatización de la función [de presidente] semestral', afirma su informe, 'conduce a una dramatización excesiva'. Para el secretario del Consejo y alto representante de la política exterior, la presión para obtener resultados visibles al final de cada semestre daña 'la calidad del trabajo'.
Antes de la cena del viernes, el Consejo Europeo de Barcelona también escuchará al primer ministro irlandés Bertie Ahern.
Irlanda ha bloqueado de momento la ratificación del Tratado de Niza, que fija el reparto de poder en las tres instituciones europeas (Consejo de Ministros, Parlamento y Comisión) para los miembros actuales y los 12 candidatos a la adhesión.
Ahern perdió el año pasado el referéndum en favor del tratado, a pesar de que éste era apoyado por los partidos mayoritarios. Su Gobierno todavía no ha decidido cuándo convocará una segunda consulta popular. Una posición difícil, ya que, según la mayoría de los juristas, sin que se ratifique Niza parece difícil que se pueda proceder a la ampliación de la UE.