El presidente reitera que la sede social del banco seguirá en Bilbao
Francisco González se empleó a fondo en varias ocasiones para asegurar que la sede social de la entidad financiera seguirá en la capital vizcaína. Además solicitó 'tolerancia cero' con el terrorismo al que calificó como el 'primer problema que tiene España'.
El presidente del BBVA afirmó ante los accionistas que está 'encantado' de que la sede se encuentre en Bilbao y solicitó que no se haga demagogia sobre este tema. 'Queremos estar aquí y vamos a seguir estando', sentenció.
Las alusiones a 'lo vasco' también tuvieron cabida en su discurso. Las últimas actuaciones de González (su adelantada llegada a la presidencia única, la salida de Pedro Luis Uriarte y la drástica reducción del consejo de administración con la pérdida de peso del antiguo BBV) habían despertado ciertos recelos en Euskadi.
González fue diáfano. Apelando a los valores vascos de la entidad dijo que ésta lleva en su 'código genético los valores culturales de lo vasco, como la laboriosidad, la capacidad de emprender, de innovar de crear; hoy BBVA se configura como institución económica y social de carácter multinacional'. El presidente de la entidad financiera vasca manifestó que el brutal ataque terrorista del 11 de septiembre en EE UU fue el suceso más determinante de 2001 y que ha servido para poner de manifiesto la gravedad de la amenaza terrorista.
Cambio global
Este atentado, según él, ha supuesto un importante cambio que ha servido para que se reconozca que el terrorismo 'de cualquier signo y, en cualquier parte, es un problema de primera magnitud'. A la vez abogó por que los países actúen conjuntamente en este campo.
En esta línea argumental destacó que para un grupo como el BBVA, con profundas raíces en el País Vasco, esta nueva política de consenso supone 'una valiosa inyección de fortaleza y de esperanza' para avanzar hacia la erradicación total del terrorismo, 'que es sin, duda, el mayor problema de España'. Igualmente mostró su confianza para que 'entre todos, podamos construir un país en paz y libertad'.
Durante la celebración de la junta de accionistas, varios jóvenes que protestaban contra la globalización interrumpieron en varias ocasiones a González y al secretario del consejo y fueron desalojados.