Cuevas ve posible el pleno empleo si se avanza en las reformas acordadas en Lisboa
El presidente de la CEOE, José María Cuevas, aseguró hoy que si los Estados miembros de la Unión Europea impulsan el paquete de reformas estructurales acordado en la Cumbre de Lisboa y avanzan en la liberalización de sectores estratégicos como energía, electricidad, telecomunicaciones y transportes, será posible alcanzar el objetivo de pleno empleo para 2010.
Según Cuevas la Cumbre europea de Barcelona debe recuperar los compromisos y el "espíritu de Lisboa" para mejorar las posibilidades de competencia de las empresas europeas respecto a las estadounidenses.
En este sentido, indicó que la intención del presidente del Gobierno español y de turno de la UE, José María Aznar, es centrar "monográficamente" el Consejo europeo de Barcelona en esta cuestión, empezando por avanzar en el proceso de liberalizaciones, en el que consideró que España ha hecho sus deberes mejor que otros países de la UE, sobre todo en materia energética.
"Los grandes compromisos de Lisboa sólo se han cumplido en parte, y aunque la actividad de las empresas ha sido importante no ha sido suficiente para poder competir en libertad en áreas como Estados Unidos", denunció. En su opinión, el tema de las liberalizaciones va a ser el debate "más problematico" de la Cumbre de Barcelona, debido a las posiciones "enfrentadas" que existen entre los Estados miembros de la UE.
Industria
El líder de la patronal explicó, además, que la evolución de la industria española en los próximos años va a estar muy vinculada a la situación económica europea, a una buena orientación de las políticas económicas, fiscales, financieras y sociolaborales, y a las reformas estructurales que se adopten en Europa. En este punto, consideró díficil que los países puedan emprender por su cuenta algún tipo de reforma sin coordinarse con la UE.
Cuevas advirtió que será muy complicado que la evolución de la industria española sea favorable a corto y medio plazo si no se mantiene el equilibrio de las cuentas públicas, y si no se acometen nuevas rebajas fiscales a las empresas para ayudarlas a ser competitivas. En este sentido, mostró su preocupación por que la nueva reforma del IRPF que prepara el Gobierno vaya acompañada de una reducción del gasto público.
Asimismo, el presidente de la CEOE apuntó que la situación de la industria española dependerá en los próximos años de la capacidad de inversión y modernización, de la coordinación entre la Administración central y los entes territoriales, de las reformas laborales que se acometan, de la formación, del mantenimiento de la paz laboral y social, y del impulso que se dé a las internacionalización de las empresas.
Piqué espera que la Cumbre sea un hito hacia la Europa del pleno empleo
El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, mostró hoy su confianza en que la Cumbre de Barcelona sea un hito en la 'estrategia de Lisboa' de competitividad y crecimiento económico, y un "paso adicional" hacia una Europa del pleno empleo.
El Consejo de Ministros de Asuntos Generales de la UE ultimó hoy los preparativos para la Cumbre, repasando las contribuciones a la Cumbre de Barcelona elaboradas por los Consejos de Economía y Finanzas (Ecofin), Mercado Interior, Empleo y Asuntos Sociales, Consumidores y Turismo, Medio ambiente y Pesca, con especial atención a uno de los pilares de la estrategia de Lisboa, el desarrollo sostenible.
Tras el debate sobre la preparación de la Cumbre, el ministro belga, Louis Michel, lamentó que el Gobierno español no recogiera la propuesta del primer ministro belga, Guy Verhofstadt, de asociar a los ministros de Empleo y Asuntos sociales a los trabajos de todo el Consejo Europeo, junto a los responsables de Exteriores y Economía y Finanzas.
A juicio de Louis Michel, invitar a los ministros de Empleo podría ser una respuesta a los grupos que acusan a la UE de tener un talante excesivamente economicista, y no hacerlo puede "poner en cuestión" el contenido social de los trabajos de la UE "logrado por la presidencia belga y las anteriores".
Las metas que los Quince se fijaron en Lisboa (marzo de 2000) y Estocolmo (marzo de 2001) establecen que en 2005 la UE deberá tener una tasa de empleo del 67% y un 57% de empleo femenino; en 2010, la tasa global deberá ser del 70 por ciento y la femenina del 60%. Además, para 2010, el compromiso es alcanzar una tasa del 50% entre los trabajadores de más de 55 años.