Los planes de Telefónica
Telefónica ha reunido a sus directivos con tres centenares de analistas financieros internacionales durante dos días en Sevilla para explicarles la evolución de la compañía y sus planes hasta 2005. Ante los expertos han desfilado todos los primeros espadas de la líder del sector, desde el presidente, César Alierta, a los responsables de las empresas filiales.
El máximo responsable del grupo reiteró que su única preocupación es la cuenta de resultados. 'Los accionistas son nuestra prioridad, porque son los dueños de la compañía', resumió. Desde este punto de vista, la primera consideración es que Telefónica, al celebrar a puerta cerrada a los medios de comunicación esta reunión -segunda que organiza de tales características tras la del pasado año en Brasil-, ha desperdiciado la oportunidad de mostrar el necesario espíritu de transparencia ante sus cientos de miles de accionistas.
El mensaje transmitido por Telefónica vuelve a estar impregnado de cautela, una actitud tras la que algunos expertos detectan cierto inmovilismo. Alierta continúa apostando por el crecimiento orgánico y por aprovechar las oportunidades que se le presenten a la compañía para efectuar compras, tanto en Europa como en Latinoamérica, aunque siempre de carácter selectivo. No parece mala opción en un momento de recuperación de la economía internacional. La compañía espera aumentar sus ingresos a una tasa anual que oscilará entre el 8% y el 11% hasta 2005, sin contar con adquisiciones, es decir, con crecimiento orgánico.
No obstante, la estrella de la convención ha sido la compra por la filial Telefónica Móviles del 65% de la mexicana Pegaso, anunciada a bombo y platillo como plato fuerte de la reunión. México es un campo en el que la operadora española ha querido jugar con fuerza desde los tiempos de Cándido Velázquez, y donde estableció sus reales tras la compra de la actividad de telefonía móvil a Motorola. Ahora, la compra de Pegaso convierte a la española en el segundo grupo de telefonía móvil del país, tras la filial de Telmex. Sin embargo, en esta operación llama la atención de los analistas el precio. El 65% de Pegaso le costará a Telefónica Móviles un total de 81 millones de euros en efectivo, más la asunción de una deuda de 933 millones de euros.
Esta apuesta, aun con las incertidumbres que plantea la situación de la empresa adquirida, sugiere un importante negocio en un país con más de 100 millones de habitantes, integrado en el Tratado de Libre Comercio con EE UU y, por tanto, en un mercado con evidente potencialidad. La anunciada congelación de inversiones en Argentina, por otra parte, libera recursos para ampliar horizontes en otras zonas.
Tras los cambios que la compañía ha ido aprobando los últimos meses, Alierta manifestó su confianza en el actual equipo gestor y descartó cambios en el consejo. Sin embargo, la reunión sevillana deja en el aire incertidumbres sobre importantes áreas de negocio del grupo de telecomunicaciones.