El SCH tutela la reestructuración financiera del grupo Avánzit
El banco Santander Central Hispano (SCH) dirige el proceso de reestructuración de la deuda financiera de Avánzit, empresa de tecnología y audiovisual inmersa en una grave crisis. La entidad bancaria, que lidera un grupo de bancos acreedores y tutela muy de cerca la gestión de la compañía, analiza la propuesta de Avánzit de reorganizar las cargas crediticias para facilitar la integración de la filial de medios (Telson) con otros dos actores del sector, Cartel y Lauren Films.
El banco Santander Central Hispano (SCH) ha asumido un papel relevante en la crisis que vive el grupo Avánzit, que ha cerrado el ejercicio 2001 con unas pérdidas netas de 52 millones de euros, frente a un beneficio en 2000 de 28,8 millones. La entidad financiera que preside Emilio Botín y la dirección de Avánzit analizan un proyecto de reestructuración de la deuda del grupo, cuyo objetivo último sería desbloquear la operación de crecimiento en el sector audiovisual que la compañía lleva más de un año negociando.
Avánzit planea desde hace más de un año la integración de su filial Telson con las productoras audiovisuales Cartel y Lauren Films. La elevada deuda financiera de Avánzit, al cierre de 2001, ascendía a 286 millones de euros y las garantías que respaldan ese pasivo han sido dos de los obstáculos para llevar a cabo esa integración.
Las negociaciones entre la dirección de Avánzit y el pool de bancos se iniciaron hace varias semanas. La última reunión se produjo el pasado martes, según distintas fuentes solventes, y en ella el resto de bancos han dejado el protagonismo de la negociación al SCH.
Ese papel relevante del SCH, que ha declinado confirmar o desmentir la existencia de esas negociaciones para reestructurar la deuda, coincide con la tutela creciente del banco sobre la gestión de Avánzit y con informaciones recurrentes sobre el interés de la entidad financiera por entrar en el capital, bien directamente o a través de alguna filial, como Dragados, ante el riesgo financiero que acumula en esa empresa.
Al mismo tiempo, Acciona, titular del 22% de la empresa que preside Rafael Martín Sanz, ha anunciado su disposición a vender este paquete, disconforme con las prácticas de gestión, con la estrategia y con los resultados del grupo. La empresa de tecnología y medios ha pasado de contabilizar un beneficio antes de impuestos de 32,5 millones de euros en 2000 a una pérdida de 106 millones de euros en 2001. La fuerte oscilación de esta variable se fundamenta en la cuenta de resultados por las provisiones excepcionales, la amortización de fondo de comercio, las pérdidas de ejercicios anteriores y extraordinarias.
Por contra, Avánzit se ha imputado un crédito fiscal de 53 millones de euros en 2001 frente a una carga tributaria de 4,5 millones en 2000. Ese ingreso contable le ha permitido recortar sus pérdidas netas hasta 52,8 millones.
La crisis de Avánzit, agravada por la evolución de sus negocios en Latinoamérica, ha elevado de forma considerable su endeudamiento. Fuentes cercanas al consejo de administración estiman que el riesgo total del grupo de tecnología con el SCH, incluyendo préstamos a accionistas garantizados con acciones propias de Avánzit o sus filiales, asciende a 180 millones de euros.
Hace poco más de un año el grupo preveía para este año un resultado de explotación de 68,6 millones de euros. La cifra real del ejercicio se sitúa en 10,6 millones.