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Automóvil

Los fabricantes alemanes empiezan a fijar precios únicos para sus coches en la UE

La industria del automóvil empieza a resignarse al nuevo sistema de distribución que Bruselas impondrá el próximo mes de octubre. Los fabricantes alemanes de automóviles se preparan para fijar precios únicos para sus modelos en toda la Unión Europea, uno de los objetivos declarados por el comisario de la Competencia, Mario Monti, en la liberalización del sector.

Volkswagen y Opel empezarán a fijar precios para toda Europa, antes de impuestos, en sus nuevos lanzamientos, según publicó ayer el diario alemán Die Welt. En el mismo sentido se habían pronunciado anteriormente Mercedes, BMW y Porsche.

Opel planearía, según el diario, aplicar un único precio para el nuevo Vectra. El Phaeton de Volkswagen, un modelo presentado estos días en el Salón de Ginebra, con el que esta marca entra en el segmento de gran lujo, tendrá un precio recomendado que, según Bloomberg, se situará entre 56.200 y 98.600 euros.

Fuentes de las compañías en España no confirmaron la decisión de adoptar precios paneuropeos, aunque admitieron que 'la tendencia' es en ese sentido. En el sector se destaca que las diferencias de fiscalidad son desfavorables para el consumidor español, que además del IVA paga el impuesto de matriculación.

La Comisión Europea había criticado a los fabricantes de automóviles por aplicar precios netos muy distintos en cada país de la UE. Eran precisamente Volkswagen y Opel las firmas que más variaban su precio entre el más caro y el más barato. En los segmentos A y B, el coche con precios más extremos era el Volkswagen Polo, hasta un 29,1%, seguido del Opel Corsa, un 24,6% En el segmento C, el medio, las mayores diferencias eran las del VW Golf, hasta un 32,9%, y el Opel Astra, un 27,6%. Y en los segmentos mayores, el más variable era el Ford Mondeo, que oscila hasta un 29,9%, pero era seguido del Opel Vectra, con un 25,2%, y el VW Passat, un 22,1%.

Bruselas considera que estas diferencias prueban que hay un problema de competencia en el sector y que el sistema vigente de concesionarios es demasiado rígido. Los fabricantes alegan que es tan distinta la fiscalidad en la UE que hay que ajustar el precio neto para que el valor final sea asumible por el consumidor medio de cada Estado.

Por ejemplo, un Opel Corsa tomado como ejemplo por Bruselas en su estudio se vende, sin impuestos, por 6.497 euros en Dinamarca, por 8.942 en Alemania y por 7.749 en España. Pero, mientras en Dinamarca se pagan impuestos especiales superiores al 100%, en España el de matriculación oscila entre el 7% y el 12%, y en Alemania sólo se paga el IVA. Así que el precio final en Dinamarca, en teoría el mercado más barato, resulta ser el más caro: 16.598 euros; mientras el Corsa costaría 10.373 euros en Alemania y 9.532 en España. Con el nuevo reglamento europeo, un concesionario danés podría anunciarse y vender coches en Alemania.

Los presidentes de Renault, Louis Schweitze, y del grupo PSA, Jean-Martin Folz, advirtieron recientemente que una armonización de precios netos se producirá al alza y pondrá en evidencia a aquellos países -como Dinamarca, Grecia, Finlandia y España- que aplican mayores cargas fiscales al automóvil.

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