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Reorganización

El Popular releva a García Cuéllar como consejero delegado del banco

La comisión ejecutiva del Banco Popular decidió relevar de su cargo a su consejero delegado, Fulgencio García Cuéllar, tras tres años en el cargo. La falta de entendimiento personal entre Cuéllar y Luis Valls ha sido la causa de este relevo. A García Cuéllar le sustituye Ángel Carlos Ron, de 39 años.

La comisión ejecutiva del Banco Popular decidió dar un giro a la cúpula del banco y ha prejubilado a Fulgencio García Cuéllar como consejero delegado del grupo. Con 54 años de edad, García Cuéllar llevaba sólo tres años como consejero delegado (desde el 17 de diciembre de 1998), aunque ingresó en el Popular en 1974.

Para ocupar este cargo la misma comisión ejecutiva designó al hasta el lunes segundo ejecutivo del banco (era director general de la red comercial), Ángel Carlos Ron Güimil, de 39 años. El nombramiento de Ron Güimil como consejero delegado será ratificado en el próximo consejo de administración del banco, el 14 de marzo.

La salida de García Cuéllar del Popular sorprendió ayer a todo el sector financiero. 'Creíamos que la cúpula del Popular era la más sólida y la única que escapaba a cambios, pero parece que nos hemos equivocado', señala un alto directivo bancario conocedor del Popular. Otras fuentes señalaban que García Cuéllar, que ayer ya no acudió al banco, había recibido el mismo lunes una carta comunicándole su relevo, algo que a él mismo le sorprendió.

Fuentes del banco que presiden los hermanos Valls, Luis y Javier, aseguran que la labor de García Cuéllar en el Popular ha sido 'extraordinaria, pero ahora hay que impulsar nuevos negocios, como la banca privada y el mercado de capitales, y la persona más idónea para desempeñar estos cambios es Ron'. Y recuerdan que García Cuéllar 'ha concluido su misión'.

Tanto Cuéllar como Ron Güimil han realizado toda su trayectoria bancaria en el Popular. Algo típico en el grupo, que siempre ha optado por promocionar a sus directivos.

Nacido en Ciempozuelos (Madrid), comenzó a trabajar en el Popular en 1974, un año antes de obtener el doctorado en Ciencias Económicas. Pero no sería hasta 1978 cuando comenzó a dedicarse en exclusiva al banco, y, tras ocupar varios cargos, fue nombrado consejero delegado en diciembre de 1998.

La relación del hasta el lunes consejero delegado del Popular con Luis Valls ha sido muy intensa desde antes de ocupar este puesto y sus planteamientos siempre habían estado en total sintonía con los del presidente, o por lo menos, así había trascendido.

García Cuellár había llegado a consejero delegado en sustitución de Ricardo Lacasa, que tras cuatro años en este cargo, decidió jubilarse a finales de 1998 y dejar su puesto apenas dos meses antes de cumplir los 63, dos años antes de la edad máxima de permanencia en el cargo.

Lacasa, que llegó al Popular en 1970, era partidario de que el banco ganara dimensión, e incluso defendía una posible fusión. Mientras que Luis Valls era más proclive a que el Popular ganase dinero, y no a ser más grande.

Esta misma teoría defendía García Cuéllar, que respondía al milímetro a la imagen del banco. Pero con el tiempo, y tras las fusiones del Santander con el Central Hispano y del BBV con Argentaria, el Popular se quedó solo en la gran banca, y cada vez más lejos de SCH y del BBVA, que habían ganado dimensión por sus fusiones y por su apuesta latinoamericana.

La opción, crecer de forma natural, es un objetivo que ha conseguido en los tres años como consejero delegado, así como lograr casi duplicar el tamaño del Popular en España, único mercado en el que opera. La otra vía, la fusión con otro banco, en este caso mediano (con los grandes sería una absorción) o adquirir otra entidad también se ha barajado en este periodo, pero sin éxito. Aunque en todos los casos por desinterés de los bancos elegidos. El Sabadell, el Pastor y el Zaragozano fueron los grupos tocados por el Popular, según han reconocido en varias ocasiones sus directivos, incluido García Cuéllar. En concreto, la opción más considerada, incluso negociada, fue la del Sabadell, 'pero ahora no hay nada de nada. Esta opción ya no está sobre la mesa', coincidían ayer en señalar tanto fuentes del Popular como del Sabadell.

La compra del Banco Atlántico también fue estudiada por el grupo, pero otra vez sin éxito. Las quinielas también apuntan a una posible alianza con HypoVereinsbank, que posee el 4,7% del Popular. Pero esta operación parece más deseada por el grupo alemán que por el español. De hecho, en el comunicado difundido ayer por el Popular, y en el que se agradece 'la brillante gestión' desempeñada por García Cuéllar, se defienden como claves futuras del Popular 'su independencia y continuidad en el futuro'.

2001 fue uno de los ejercicios más brillantes del banco, que tiene 76 años, los mismos que Luis Valls. El Popular fue el único de los grandes y prácticamente de todas las entidades españolas que cumplió todos sus objetivos (como es habitual en este grupo, aunque 2001 fue un año más complicado), al crecer un 20% su balance y un 15,2% su beneficio, en línea con las previsiones. Estos datos permitieron a García Cuéllar defender el modelo de banca doméstica del Popular.

HypoVereinsbank pretende aclarar su posición

 

 

 

 

'La falta de entendimiento entre Fulgencio García Cuéllar y Luis Valls ha sido la única causa de la salida del consejero delegado', señalaba ayer un alto directivo bancario conocedor de la situación que se estaba viviendo en los últimos meses en el Popular.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aunque García Cuéllar y los copresidentes del banco, Luis y Javier Valls, mantenían los mismos criterios de actuación para el Popular, la personalidad de uno y de otros ha sido el detonante de la salida de García Cuéllar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El relevo del hasta el lunes consejero delegado del Popular se inscribe en una larga lista de salidas y dimisiones en los tres principales bancos españoles. Así, el 16 de agosto dejaba la copresidencia del SCH José María Amusátegui, quien debía jubilarse en la junta de marzo del Santander Central Hispano. En diciembre, Emilio Ybarra, copresidente del BBVA, y Pedro Luis Uriarte, consejero delegado de este banco, abandonaban también anticipadamente sus cargos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El 13 de febrero fue Ángel Corcóstegui, vicepresidente y consejero delegado del SCH, quien comunicaba su dimisión en el grupo. Tras estas salidas, José Ignacio Goirigolzarri, del BBVA, se ha convertido en el consejero delegado más veterano de los grandes bancos españoles, con apenas dos meses y medio en su cargo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A pesar de la salida de García Cuéllar del Popular y aunque no esté vinculado un hecho con otro, Luis Valls tiene aún otro asunto que resolver: su alianza con HypoVereinsbank. El banco alemán, que se encuentra inmerso en un proceso de reajuste, ha comunicado ya al grupo español su deseo o bien de estrechar sus lazos con el Popular (el banco alemán quiere crecer en España), o, por el contrario, de desprenderse de su participación del 4,7% en el banco español.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aunque no se han dado fechas, todo parece indicar que este año será crucial para aclarar esta alianza.

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