China aumenta el gasto público para estimular el consumo
El Gobierno chino emitirá este año 18.000 millones de dólares en bonos del tesoro para invertir en grandes proyectos, a la vez que mantendrá una política monetaria prudente y estimulará el consumo mediante la concesión de créditos para el gasto de la población en vivienda, turismo, automóviles, telecomunicaciones, cultura y deporte.
El primer ministro chino, Zhu Rongji, ha destacado la necesidad de proteger a 800 millones de campesinos del tremendo impacto que ejercerá en el sector la entrada del país en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"Desarrollar las fuerzas productivas agrícolas y elevar el poder adquisitivo del campesinado son claves para ampliar la demanda interna, mantener el desarrollo económico y preservar la estabilidad social", ha advertido Zhu al comienzo del pleno anual de la asamblea, que concluirá dentro de dos semanas con la aprobación de su informe y de los presupuestos generales.
Zhu ha urgido la selección de un número determinado de grandes compañías y grupos empresariales con competitividad internacional, la desaparición de los monopolios en determinados sectores y el desarrollo de las diversas modalidades de propiedad, con la pública como sector dominante.
En su discurso sobre el estado de la nación, pronunciado ante los casi 3.000 delegados de la Asamblea Nacional Popular (ANP, legislativo), Zhu ha destacado que este año será clave en la historia de China, dada la complicada situación económica internacional y el fuerte impacto en ciertos sectores del acceso a la OMC el pasado diciembre.
El primer ministro, arquitecto de las reformas económicas emprendidas en los últimos años, se mostró una vez más confiado en la capacidad del país para mantener un acelerado desarrollo en el año 2002, aunque fueron muchas sus referencias a la precaria situación económica de los campesinos, al impago de salarios en muchas localidades y a la presión del desempleo.
Estos tres factores se han convertido en la principal amenaza que afronta Pekín en su esfuerzo por proteger la estabilidad social, asunto clave si se tiene en cuenta que la población rural representa el 70% del país más populoso del mundo.
A ello se une la irracional estructura en diversos sectores de la economía y la reforma del sector estatal, que llevará al paro a muchos millones de trabajadores.
La primera en su lista de prioridades para este año, en el que se prevé un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 7%, es ampliar la demanda interna para elevar los ingresos de la población y perfeccionar la creación de un sistema de seguridad social que libere a las empresas de sus cargas sociales.
Para potenciar el empleo, Zhu propone desarrollar las industrias de mano de obra intensiva, el sector terciario y las empresas medianas y pequeñas que emplean a gran número de personas, así como flexibilizar el mercado de trabajo.
En cuanto a la adaptación a las reglas de la OMC, el primer ministro ha pedido perfeccionar cuanto antes el sistema legal relacionado con el exterior y respetar los compromisos contraídos de apertura al exterior.
Al mismo tiempo, ha instado la estimulación de las exportaciones, la inversión de empresas chinas en el exterior para abrir nuevos mercados y la captación de alta tecnología e inversión extranjera.