La fábrica de Piaggio sólo ha funcionado seis días en los últimos dos meses
Hoy lunes terminará la producción de una reducida serie de motocicletas, unas 1.000 unidades, en la fábrica de Piaggio en Arganda del Rey. æpermil;sa ha sido toda la actividad de la planta madrileña, la única de la empresa italiana en España, en lo que va de año. El martes, los trabajadores quedarán de brazos cruzados, sin perspectivas de que la cadena de montaje vuelva a ponerse en marcha antes de 20 días. Los 105 trabajadores de la fábrica sólo han trabajado seis jornadas en algo más de dos meses, según fuentes sindicales. El parón comenzó el pasado 17 de diciembre y se prorrogó en enero a cuenta de libranzas y vacaciones, una medida que los empleados llevaron a los tribunales.
Piaggio había solicitado una suspensión de empleo para todo el personal de la fábrica hasta el próximo mes de junio, pero la Comunidad de Madrid denegó el expediente por incumplirse los plazos. Los trabajadores acuden a sus puestos sin tarea y se dedican a intercambiar formación. La compañía espera reanudar la producción en este mes.
En la fábrica de Piaggio deberían montarse este año 19.000 ciclomotores, según la previsión de la empresa, lo que continuaría la tendencia a la baja del último decenio. En 1990, Piaggio producía en Madrid más de 127.000 motos.
La dirección de Piaggio explica este declive en la crisis del sector de las dos ruedas en España e Italia. Casi la totalidad de la producción de Arganda del Rey se destina a exportación, mientras que las 57.000 motos de la marca matriculadas en España el pasado año un 18% del mercado fueron importadas. UGT y CC OO lamentan que los modelos de mayor demanda se producen en Italia, lo que amenaza la viabilidad de la planta de Arganda, inaugurada hace sólo 10 meses tras la venta de la histórica fábrica de Vespa Motor en la calle Julián Camarillo de Madrid por 36 millones de euros.
A petición de los sindicatos, la Consejería de Empleo se ha comprometido a mediar en la crisis, tras constatar que Piaggio no ha cumplido sus compromisos de aumentar su producción y el empleo.
El alcalde de Arganda, Pedro Díez, reclama la intervención directa del presidente de la comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, con ¢todos los instrumentos políticos de presión de que dispone¢. En su opinión, ¢no se puede consentir¢ el cese de la producción después de que las autoridades hayan facilitado con recalificaciones una operación urbanística multimillonaria. Gallardón respondió por carta a Díez que comparte su ¢preocupación¢.