Piaggio recorta drásticamente la producción en Arganda
Nueve meses después de su inauguración, la fábrica de Piaggio en la localidad madrileña de Arganda del Rey recortará producción y horas de trabajo para afrontar una caída en picado de la demanda. La compañía ha tramitado una regulación de empleo para los 106 trabajadores de la factoría hasta junio, aunque prevé que la mitad de ellos continúen en activo la mitad de las jornadas.
La planta madrileña de Piaggio, la única que esta empresa tiene en España junto a la de Derbi en Barcelona, reducirá drásticamente su producción este año tras constatar la debilidad de la demanda en España e Italia, los dos mercados para los que produce.
La compañía prevé fabricar este año 19.000 vehículos, un 17% menos que el año pasado, debido sobre todo al desplome de las ventas en España, donde sólo prevé comercializar 1.000 unidades del ciclomotor Gilera, según comunicó la dirección a los representantes de los trabajadores. El resto de la producción, que incluye los modelos Ciao y Free, se exporta, sobre todo a Italia. Hace sólo tres años, Piaggio producía más de 40.000 vehículos al año, de los que 21.741 correspondían al mercado español, donde se vendía la popular Vespino.
La compañía ha presentado a la autoridad laboral un expediente de regulación de empleo para el cese de todos los empleados de la cadena de producción, 106 de un total de 145 trabajadores en la compañía en España, hasta el próximo 20 de junio.
Fuentes de la dirección de la compañía confirmaron este trámite, aunque matizaron que la previsión no es paralizar la planta, sino mantener en activo la mitad de la plantilla durante aproximadamente la mitad de las 150 jornadas previstas.
La regulación no fue acordada con los sindicatos, que piden a Trabajo que la rechace. 'Habríamos aceptado el ERE si nos hubieran dado garantías de futuro', declara Juan Antonio González, responsable de UGT en Piaggio.
Un portavoz de la empresa desmintió tajantemente cualquier especulación sobre un eventual cierre de la fábrica. Piaggio justifica el ajuste en la grave crisis que atraviesa el sector de ciclomotores, lastrado por la mala coyuntura económica, el alto coste de los seguros y el aumento del IVA del 7% al 16%. Las ventas cayeron un 30% el pasado año y pueden bajar otro 40% en 2002, según previsiones de la asociación Anasdor.
La fábrica de Piaggio en Arganda se inauguró el 16 de mayo del año pasado, tras la venta de la antigua fábrica en la calle Julián Camarillo, en el distrito madrileño de San Blas, por unos 36 millones de euros. En la nueva factoría se invirtieron 12 millones de euros. Entonces se anunció una producción anual de 60.000 vehículos, el triple de lo que se prevé ahora. Piaggio llegó a tener 700 empleados y a fabricar 120.000 motos al año a principios de los noventa.