Los costes del plan de ajuste llevan a Fiat a perder 445 millones
El grupo Fiat cerró 2001 en números rojos por primera vez en ocho años debido a la crisis de su división de automóviles, las pesadas cargas de reestructuración y la reducción de su abultada deuda.
El resultado atribuido fue negativo en 445 millones de euros, frente a las ganancias de 664 millones de 2000. En el último trimestre las pérdidas se dispararon a 988 millones. El resultado operativo del ejercicio fue positivo en 318 millones, pero cayó un 62%.
Casi todo el déficit se generó en la división de automóviles, que perdió 549 millones. Entre gastos y provisiones, se destinaron 850 millones de euros al plan de reestructuración, que prevé el cierre de 18 fábricas y la supresión de 6.000 empleos.
La deuda del grupo terminó el año en 6.035 millones de euros, tras una reducción de 1.466 millones en el último trimestre. Recortar ese endeudamiento a la mitad es uno de los objetivos de Fiat para este año -que también prevé 'difícil'-, para lo cual contempla la venta de activos como su filial de componentes Magneti Marelli. Los ingresos del grupo aumentaron un 0,78% en el año, aunque cayeron en el último trimestre un 1,6%.
En un intento de inyectar confianza en las acciones de Fiat, que han perdido la mitad de su valor en el último año, el presidente, Paolo Fresco, y el consejero delegado, Paolo Cantarella, anunciaron que invertirán sus retribuciones en títulos de la compañía. Fresco lo hará por todo lo que ha percibido desde que preside el grupo y Cantarella sólo por la parte variable, superior al medio millón de euros.