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Terrorismo

Una concejal del PSE en Portugalete y su escolta se salvan al fallar la bomba de ETA

El error sufrido por ETA en la orientación de una bomba colocada en un carro de la compra salvó ayer la vida de la concejal socialista del Ayuntamiento de Portugalete Ester Cabezudo y de su escolta, Iñaki Torres. Ambos resultaron heridos leves, aunque la explosión ocasionó graves daños materiales.

La edil del PSE, primer teniente de alcalde del ayuntamiento vizcaíno de Portugalete y veterana militante de la Unión General de Trabajadores, se dirigía como todos los días a su trabajo en compañía de su escolta privado, también militante del sindicato, cuando fueron alcanzados por la explosión en una céntrica calle de esta localidad. Minutos antes, dos jóvenes habían introducido 20 kilos de explosivo en un carro de la compra que llevaba colocado en la calle desde el día anterior. Su errónea orientación y la casualidad de que las dos víctimas cambiaran de acera hizo que la deflagración, provocada a distancia, no les alcanzara de lleno. Una furgoneta que pasaba por el lugar sirvió, además, de pantalla protectora. Sufrieron numerosas heridas de metralla, junto a otras cuatro personas que se encontraban por las inmediaciones, todas ellas de carácter leve.

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, así como representantes de los distintos partidos democráticos se desplazaron al centro sanitario donde fueron atendidos los heridos. Los edificios, los coches y los locales comerciales cercanos al lugar del suceso sufrieron numerosas roturas de ventajas.

Nacida en el barrio obrero baracaldés de Lutxana hace 56 años en el seno de una familia de adscripción socialista, Ester Cabezudo se dedica en exclusiva al Ayuntamiento de Portugalete. La edil, uno de cuyos hermanos sufrió prisión durante el franquismo por su militancia socialista, fue desde 1974 hasta 1994 secretaria de la Federación de Químicas de UGT, en la que colaboró, entre otros sindicalistas, con la ex ministra socialista Matilde Fernández.

El Parlamento vasco suspendió el pleno que tenía previsto celebrar una vez conocido el atentado. Desde el Parlamento Europeo también se envió un mensaje de condena a ETA. Ayer a mediodía tuvo lugar en el Ayuntamiento de Portugalete una concentración de repulsa, convocada por el alcalde, el socialista Mikel Cabieces. Para hoy está previsto un pleno extraordinario en el que se convocará una manifestación para mañana.

El atentado se produce una semana después del registrado en Sestao, localidad colindante a Portugalete, en el que resultó herido de gravedad el dirigente de las Juventudes Socialistas de Euskadi Eduardo Madina. Perdió una pierna al explotar la bomba que los terroristas habían colocado en los bajos de su coche. Esta acción movilizó a miles de ciudadanos, en su mayoría jóvenes, el pasado sábado en Bilbao.

El presidente de la Gestora del PSE, Ramón Jáuregui, advirtió a Ibarretxe que a los socialistas no les basta con gestos de solidaridad ante atentados como el de ayer y le exigió una 'coincidencia en principios de política democrática', y no sólo en muestras de 'unidad ética y cívica'.

Dimisión en Llodio

Después del atentado, se conoció la dimisión del portavoz socialista en el Ayuntamiento alavés de Llodio, Raúl Arza, uno de los tres concejales que tiene el PSE-EE en esta localidad, segundo municipio más importante de Álava. 'Me voy porque creo que lo que se le pide a nuestras familias es mucho y la situación se está haciendo insostenible', confesó el edil. Arza, de 39 años, está casado y tiene dos hijos de ocho y cinco años de edad. Con él suman ya una veintena los concejales del PP y PSE que han dimitido por presiones del entorno etarra.

Por otra parte, la Guardia Civil detuvo ayer en Navarra a cuatro hombres y una mujer, ex asesora laboral del sindicato LAB, por su presunta pertenencia a ETA.

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