El petróleo bajó un 14% el año pasado, pero la gasolina sólo un 1%
El abaratamiento de los precios energéticos en 2001 supuso un alivio para las empresas o el índice de precios de consumo (IPC), pero apenas fue percibido por los consumidores a la hora de llenar el depósito de su vehículo. Así lo ponen de manifiesto las cifras aportadas ayer por la directora general de Energía y Minas, Carmen Becerril, según las cuales el precio del petróleo descendió desde 28,5 dólares por barril de promedio en 2000 hasta 24,4 dólares el pasado año, lo que supone una rebaja del 14,21%.
Gracias a esta caída en la cotización del crudo, los precios internacionales de los carburantes también registraron importantes descensos. La gasolina sin plomo se abarató un 17,74%; la súper, un 18,07%, y el gasóleo de automoción, un 17,54%. Si se traducen las cotizaciones a céntimos de euro por litro, los encarecimientos se mitigan a alrededor del 12% al 14%, debido a la apreciación del dólar frente a la moneda única. Sin embargo, a pesar de estos significativos recortes, los precios de venta al público apenas han sufrido modificaciones. La gasolina sin plomo redujo su coste un 1,5%; la súper, un 1,3%, y el gasóleo, un inapreciable 0,42%.
La directora general de Energía y Minas reconoció que las rebajas de precios en España han sido las más bajas de toda la Unión Europea, lo que se ha traducido en un recorte del diferencial de precios que mantiene España con el resto de Estados europeos. Este comportamiento pone de manifiesto que ni las alzas de costes se traducen íntegramente al consumidor, ni mucho menos las rebajas. En este sentido, conviene recordar que durante el año 2000 las cotizaciones internacionales se dispararon hasta un 101,5% en el caso del gasóleo, mientras los precios de venta al público se encarecieron un 23%.
Respecto a la evolución de la demanda de hidrocarburos, el consumo de gasolinas en España cayó el año pasado un 0,6%, hasta 8,49 millones de toneladas, mientras que el de gasóleo de automoción se incrementó un 7,8% respecto a 2000, superando 18,16 millones de toneladas, debido a la continua dieselización del parque automovilístico, según el último Boletín Estadístico de Hidrocarburos.
Por su parte, la patronal de estaciones de servicios (Ceees) denunció que el mercado de hidrocarburos 'sigue teniendo las mismas deficiencias estructurales de escasa competencia y falta de liberalización', según un comunicado difundido ayer.