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Integración

Los bancos creen que la fiscalidad es la mayor traba para las fusiones en la UE

La disparidad en las normas fiscales nacionales o en las reglas de protección al consumidor constituyen dos de los principales obstáculos al mercado bancario único. Estas diferencias nacionales, tanto en las normas fiscales como contables y de supervisión financiera, hacen, además, muy difícil la labor de un supervisor único, según un informe elaborado por un prestigioso instituto alemán a petición del European Financial Services Round Table, uno de los principales lobbies del sector financiero en Europa.

La falta de armonización fiscal entre los países de la Unión Europea sigue siendo la barrera principal para la integración de los mercados financieros y, en particular, para el acceso de los bancos nacionales a mercados europeos distintos a sus países de origen.

Es una de las conclusiones de un informe realizado por el Zentrum für Europaishe Wirtschafsfroscchung (ZEW) por encargo de los principales grupos bancarios y aseguradoras de los Quince, reunidos en el European Financial Services Round Table (EFR).

Además de las diferentes legislaciones fiscales nacionales, que afectan a la comercialización fuera de las fronteras de productos como los seguros de vida o fondos de inversión, el informe considera que las distintas reglas de protección al consumidor, los principios nacionales sobre bancarrota o niveles de solvencia, la regulación sobre fusiones y adquisiciones y las diferencias en la supervisión frenan la integración.

Así, el informe sugiere un listado de propuestas para derribar dichas barreras y describe las diferentes estrategias de acceso a los mercados europeos, con la conclusión de que las fusiones y adquisiciones constituirán en el futuro la vía más importante hacia el mercado bancario único, por encima de la cooperación y las alianzas estratégicas, la comercialización de productos y servicios a través de Internet o el establecimiento de sucursales bancarias y filiales.

Prácticas discriminatorias

'Es imprescindible orientar los esfuerzos a poner fin a prácticas fiscales discriminatorias que en la actualidad están protegiendo a la banca minorista doméstica de la competencia con el exterior, lo que va en contra del Tratado de la Unión'. Además, llama la atención sobre el peligro de que se creen nuevos obstáculos como consecuencia de los cambios introducidos en algunas legislaciones nacionales sobre pensiones. 'El ejemplo alemán muestra que requerimientos nacionales muy específicos para planes y fondos de pensiones pueden constituir barreras adicionales a la entrada de proveedores extranjeros'.

El mercado único de servicios financieros que la Unión Europea se propone crear antes de 2005 desafía los sistema de regulación vigentes actualmente de acuerdo con el informe.

El nuevo marco de actividad obligará a elegir entre una supervisión global del mercado o el mantenimiento de la vigilancia a nivel nacional. También se habla de una tercera solución, con un órgano de control federal y otros nacionales.

La legislación vigente y en preparación se decanta, de momento, por el reconocimiento mutuo de las normas nacionales y la coordinación entre los Estados miembros. Pero los grandes operadores, como el Deutsche Bank, demandan ya un marco propio para las entidades cuyo mercado local no es otro que el europeo.

El concepto de país de origen que consagran, por ejemplo, las nuevas directivas sobre fondos de inversiones, se ha diluido desde la década de los noventa con la libertad de movimiento de capitales, y más aún con la circulación física del euro.

De momento, sin embargo, la disparidad entre las normas contables, fiscales y de supervisión financiera harían prácticamente imposible la labor de una autoridad central que, de momento, plantea problemas políticos que Karel Lanno, director ejecutivo del Centro para Estudios Políticos Europeos (CEPS) considera todavía casi insalvables.

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