Peugeot cree que la libertad de venta encarecerá los coches
Bruselas topa con la resistencia de los fabricantes de coches a sus planes liberalizadores. El grupo Peugeot Citroën se sumó a Renault al anunciar precios más altos en aquellos países, como España, donde vende más barato. Presionan así contra el nuevo reglamento de distribución. Además, el canciller Schröder salió en airada defensa del blindaje de Volkswagen, cuestionado por la Comisión.
España puede prepararse para una subida de precios de los coches. El presidente del grupo francés PSA, que agrupa las marcas Peugeot y Citroën, Jean-Martin Folz, anunció ayer un encarecimiento de sus modelos en aquellos países donde ahora cuestan menos de la media europea. 'Imagino que nuestros competidores actuarán en el mismo sentido', añadió Folz.
El dirigente del grupo PSA respondió así al reglamento propuesto por el comisario de la Competencia, Mario Monti, para reformar el régimen excepcional que regula la distribución de vehículos. La nueva norma, que entrará en vigor en octubre, ha sido criticada por los fabricantes de automóviles, que perderán buena parte del control sobre su red de concesionarios.
Bruselas justifica su proyecto en las grandes diferencias de precios antes de impuestos de los coches en distintos países de la UE, que alcanzan el 30% en algunas marcas. El presidente de PSA señaló que la consecuencia de la reforma será una subida de precios. 'Me extraña que ése sea el objetivo que persigue el señor Monti', ironizó.
España es, junto a Grecia, Finlandia y Dinamarca, uno de los países de la UE donde los coches se venden a precios netos más bajos, sin contar el impuesto de matriculación, que se suma al IVA y en otros Estados no existe.
El presidente de Renault, Louis Schweitzer, ya avisó el pasado día 6 de que los precios de los automóviles se equipararán al alza, y no en la zona media de precios, si así lo fuerza la Comisión.
El plan de Mario Monti fue contestado en su día por Gerhard Schröder, quien recordó a Bruselas que 'no todo son servicios' y que debe preocuparse más de la industria. El líder alemán, el más combativo de los gobernantes europeos contra el reglamento de Monti, abrió ayer un nuevo frente con la Comisión Europea, esta vez en relación al blindaje estatutario del grupo Volkswagen.
Cultura amenazada
La directiva sobre opas que prepara el comisario del Mercado Interior, Frits Bolkestein, supondría el fin de las limitaciones de los derechos políticos en VW a un máximo del 20%, un mecanismo de defensa ante posibles ofertas hostiles. El Estado de Baja Sajonia, que gobernó Schröder, controla precisamente ese porcentaje del capital.
'Cualquier intento por la Comisión de destruir la cultura Volkswagen se encontrará con la resistencia del Gobierno federal mientras estemos en el poder', dijo un desafiante Schröder, que en el pasado se sentó en el consejo de vigilancia de VW. El canciller se quejó de que no se cuestionen medidas similares vigentes en otros países. '¿Y las acciones de oro en España e Italia?', se preguntó.