La industria informática quiere parte del pastel del nuevo móvil
La feria de Cannes evidencia que el negocio del móvil también estará en manos de los fabricantes de software y de aplicaciones
La industria informática quiere parte del pastel del negocio del nuevo móvil. Así de claro ha quedado esta semana en la feria de telecomunicaciones celebrada en Cannes (Francia). Allí, Microsoft e Intel hicieron una revelación que puede cambiar la historia de esta industria: ambas compañías han declarado su intención de exportar la fórmula que tantos éxitos les ha deparado en el negocio de los ordenadores personales al de los dispositivos móviles multimedia, aquellos que sirven igual para hablar que para mandar y recibir datos. Los gigantes presididos por Bill Gates y Craig Barret explicaron que están colaborando en el diseño de una plataforma universal de referencia para el segmento de teléfonos de alta calidad, cuya licencia venderán luego a los fabricantes de móviles y a los desarrolladores de aplicaciones. Esta plataforma estará lista para finales de este año, según confirma Antonio Caloto, director general de Intel Iberia.
El anuncio ha despertado el temor de algunos fabricantes de móviles como Nokia, que ven peligrar su liderazgo en telefonía móvil. El fabricante finlandés sabe que quien domine el software con que operen estos nuevos móviles multimedia dominará el mercado. Y de ahí que esta compañía haya aprovechado también el evento de Cannes para anunciar que abrirá todo su software para que otras empresas rivales puedan utilizarlo bajo pago de licencia.
David Solana, director de Internet Móvil de Microsoft Ibérica, explica que la arquitectura universal que plantea su empresa junto a Intel ayudará a democratizar el negocio de la telefonía móvil 'porque pondremos a disposición de los distintos fabricantes una plataforma común sobre la que ellos podrán construir sus dispositivos móviles, aunque luego cada uno le añada el valor que crea oportuno'.
Según Solana, la industria del móvil está muy verticalizada. Ahora, dice, el fabricante hace todo, y los equipos de Nokia no tienen nada que ver con los de Ericsson o los de Siemens, por ejemplo. Eso va a cambiar y se tiende a la estandarización, según indican los portavoces de Intel y Microsoft. Solana cree que Nokia y otros jugadores vinculados al negocio de los móviles pueden vivir un proceso similar al de IBM o Bull en los años ochenta. 'Cualquiera de los grandes de la industria informática fabricaban los chips, las placas de los ordenadores, las bases de datos, las aplicaciones... y todo particularizado para una arquitectura, lo cual no permitía economías de escala'.
Mercado de volumen
El anuncio del gigante del software y del líder mundial en microprocesadores persigue que la industria del nuevo móvil sea de volúmenes y márgenes menores, algo que beneficiará al consumidor, en opinión de ambas empresas, que podrá comprar dispositivos multimedia a precios más económicos. Por ejemplo, la compañía taiwanesa de ordenadores portátiles Compal Electronics es una de las que ya ha anunciado un teléfono basado en el modelo de Microsoft.
Adnaan Ahmad, analista de Merrill Lynch, está convencido de que la batalla entre Nokia y Microsoft decidirá el futuro de la industria de la telefonía móvil, porque según algunos expertos el fabricante de dispositivos inalámbricos se está posicionando cada vez más en el negocio del software. Y ahora, con la posibilidad de acceder a los datos desde cualquier terminal inalámbrico, el software se está extendiendo a un mundo dominado por las máquinas. 'Por eso queremos estar aquí, quizás no en la aplicación final, pero sí en la plataforma y en el interfaz del usuario como lo estamos en los ordenadores personales con Windows', señala Solana.
Fuentes de Nokia advierten que fabricar móviles es mucho más difícil que ensamblar PC y que no sólo hay que entender la complejidad del móvil, sino de la red inalámbrica y el software que conecta a ambos. También Microsoft ha lanzado el aviso de que no es sencillo convertirse en una empresa de software y que es fundamental atraer a socios y desarrolladores. En este punto es donde más fuerte se siente la firma de Gates. 'Nuestra ventaja es la enorme comunidad de desarrolladores que tenemos', dice Solana. Analistas de Merrill Lynch aseguran que el éxito de Microsoft estará más limitado al entorno empresarial, mientras Nokia continuará dominando el segmento de consumo.
Lo que parece cada vez más evidente es que el negocio de la voz está confluyendo con el de los datos y los campos de competencia entre las empresas de telecos y las de informática son cada vez mayores. Hace unas semanas, Handspring, uno de los principales fabricantes de ordenadores de bolsillo, presentó en EE UU una agenda electrónica llamada Treo que incluye prestaciones de un teléfono móvil. Los servicios de telefonía serán ofertados por los operadores Cingular Wireless y VoiceStream Wireless.
También Hewlett-Packard (HP) ha anunciado en Cannes el Jornada 928, el primer ordenador de bolsillo con funciones de movilidad GSM y GPRS. El nuevo terminal no estará disponible hasta el próximo verano y su precio aún está por determinar, aunque ya se sabe que la filial móvil de France Télécom, Orange, será la proveedora del servicio. HP está en contacto con compañías para que les homologue el dispositivo y puedan así ser subvencionados. 'El precio dependerá del interés de los operadores', dice Fernando Jiménez, director de producto de HP. El directivo está convencido de que ese interés será alto porque, asegura, el mercado GSM está agotado y las teleoperadoras están buscando nuevas vías de hacer negocio a través de los datos y no de la voz.
La feria de tecnología 3GSM celebrada en la localidad francesa de Cannes ha puesto de manifiesto la durísima lucha que se mantiene entre las industrias de ordenadores de bolsillo y las de teléfonos celulares para dominar el futuro mercado de los dispositivos móviles multimedia. Hace un año parecía que la balanza se inclinaba a favor de las pequeñas agendas electrónicas a las que se había incorporado con éxito una conexión telefónica. Entonces, los teléfonos móviles arrastraban el amargo fracaso cosechado con la tecnología WAP y no parecían capaces de doblegar la nueva tecnología UMTS.
Cannes ha demostrado que los fabricantes de equipos de telecomunicaciones celulares, al menos, han conseguido equilibrar las fuerzas y ahora las espadas se mantienen en todo lo alto.
Especificaciones
Fernando Jiménez asegura que, a pesar de la competición, todos (fabricantes de ordenadores de bolsillo y teléfonos móviles) 'estamos creando comunidades para desarrollar aplicaciones de interés, compartiendo las especificaciones tecnológicas de los dispositivos móviles y códigos fuentes de sistemas operativos'. El portavoz de HP está convencido de que se trata de un negocio por y para las operadoras. 'Son las que compran, financian e impulsan una u otra plataforma. Todo pasa por los operadores porque al final las redes son de ellos', reconoce.
Javier Fernández, director de Gartnet Group Iberia, coincide con Alfonso García, socio responsable del sector de telecomunicaciones en DMR, en que estamos asistiendo a anuncios que no están del todo operativos. 'La cadena de valor se ha alargado en la industria del móvil. Se ha llegado a márgenes de saturación con la voz y hay que buscar nuevas vías de negocio y ahí entran un montón de actores, desde fabricantes de dispositivos móviles y de infraestructura, como Alcatel y Ericsson, a operadores, creadores de contenidos e incluso consultoras y empresas integradoras como la nuestra', dice García. Ambos expertos creen que ahora hay que dinamizar el mercado y va a haber una cierta colaboración porque todos los jugadores se necesitan. 'Habrá fusiones y alianzas porque nadie es capaz de dar toda la cadena de valor', advierten.
Los grandes fabricantes de equipos de telecomunicaciones, acompañados por las grandes operadoras (que han estado presentes en Cannes pero sólo como invitadas), no pierden de vista la amenaza de las empresas de informática, pero también están atentas a los graves problemas de desarrollo del negocio que durante los dos últimos años les han traído de cabeza, coincidiendo con el lanzamiento de las nuevas redes y servicios multimedia.
Ericsson, Motorola y Alcatel se han apresurado a declarar en la feria de Cannes que 'el UMTS ya está aquí'. Y para demostrarlo han presentado equipos y soluciones que realmente suponen avances interesantes con respecto a ediciones de ferias anteriores. La gran novedad es el teléfono que permite recibir y enviar imágenes en movimiento en tiempo real. Panasonic ha traído el modelo Video Phone, de gran éxito en el servicio Foma de la operadora japonesa NTT Docomo. Mitsubishi y Alcatel han mostrado la versión europea del visioteléfono. Ericsson ha insistido en el desarrollo de aplicaciones de mensajería (incluidas fotografías) en el estándar intermedio GPRS, mientras Motorola presentaba soluciones de oficina móvil y Philips las pantallas a todo color y los juegos en línea. A pesar de la buena voluntad, gran parte de estos avances se encuentran en fase experimental y habrá que esperar aún varios meses hasta que puedan demostrar su éxito comercial.
Marc Rouanne, presidente de la división de redes móviles de Alcatel, asegura que el calendario efectivo de puesta en servicio comercial del UMTS 'ha comenzado ya'. Reconoce que durante el ejercicio de 2002 'asistiremos al despliegue de las redes, mientras que será en 2003 cuando veamos su puesta en servicio'. A diferencia de lo que ocurrió con el GSM, las infraestructuras no se instalarán de forma masiva en todo el territorio. Rouanne afirma que 'desde hace dos meses han surgido en los centros de algunas de las principales ciudades europeas experiencias piloto, que después del verano se extenderán a las áreas metropolitanas. A comienzo del 2003, si todo va según lo previsto, se acometerá la instalación masiva'.
El directivo de Alcatel señala que las fórmulas financieras para acometer estas infraestructuras han cambiado en los últimos meses. La multinacional francesa está dispuesta a ayudar a las operadoras a minimizar el impacto financiero de estos proyectos, pero afirma tajantemente que 'no vamos a ganar mercado si para ello tenemos que pagar nosotros las redes'.
La feria de Cannes ha reflejado con claridad que el nuevo modelo de negocio de la sociedad de la información basado en la movilidad tiene que contar necesariamente con tres elementos. El primero son las redes celulares de banda ancha, el segundo son los equipos terminales que deben combinar las prestaciones de un teléfono móvil y un ordenador y el tercero es una extraordinaria variedad de aplicaciones que atraigan a los usuarios. En este gran negocio, las empresas de telecomunicaciones e informática van a competir a muerte, pero, a la vez, se necesitan.
3.000 empresas preparan aplicaciones móviles
La feria de telecomunicaciones de Cannes ha puesto de manifiesto que hay nuevos actores a tener en cuenta en la industria del nuevo móvil: las empresas que desarrollan aplicaciones. La presente edición ha acogido un pabellón con una selección de estas compañías.
La consultora Booz Allen asegura, en un informe, que hoy existen unas 3.000 empresas trabajando para convertir los tradicionales terminales de voz en herramientas de negocio, de pago de transacciones, agendas personales, dispositivos de juego conectados a la Red o lectores de códigos de barras. Son compañías jóvenes y con menos de 40 empleados, financiadas con fondos procedentes de empresas de capital riesgo y claramente orientadas al comercio entre empresas.
Para hacer el estudio, la consultora entrevistó a 180 firmas en el Reino Unido, Francia, Alemania, Países Bajos, Escandinavia y EE UU. Según la consultora, a primera vista hay dos motivos para el optimismo. En comparación con la debilidad de las empresas puntocom que les precedieron, la mayoría de estas compañías poseen modelos de negocio más serios.
En primer lugar, la amplia mayoría tiene como clientes a otras empresas, generalmente los grandes operadores de telecomunicaciones ya establecidos. En segundo lugar, la mayoría disponen de flujos de ingresos, al menos en perspectiva (en torno al 30% de ellas disponen de ingresos procedentes de una variedad de fuentes). Finalmente, la comunidad de desarrolladores de aplicaciones móviles posee un pedigrí técnico más sólido que las puntocom.
No todo es positivo. Según Booz Allen, la industria de desarrolladores de aplicaciones móviles es vulnerable a las fuerzas recesionistas que afectan hoy día al sector de las telecomunicaciones y los modelos de ingresos distan aún de ser suficientemente sólidos.
En realidad, la mayoría de las empresas financiadas por capital riesgo se enfrentan a un equilibrio precario y si no se materializan unos ingresos sustanciales en los próximos 6 a 12 meses, se acercarán a la fecha crítica en la que será necesaria más financiación. El factor de seguridad más obvio para estas compañías es forjar acuerdos de colaboración efectivos con las grandes empresas ya establecidas en el sector.
Las empresas desarrolladoras prevén que las aplicaciones de comunicaciones serán con mucho las más populares en cuanto a la utilización. Los mensajes SMS están demostrando, dicen, ser un fenómeno mucho más duradero de lo que muchos creían hace un año. La utilización generalizada en un futuro del correo electrónico móvil, e incluso de los mensajes multimedia (MMS), es una de las aplicaciones que están causando mayor entusiasmo. Sin embargo, el dinero estará en las de ocio y entretenimiento.
En contraste, el sector se muestra extremadamente cauto sobre la llegada de un verdadero comercio electrónico móvil, como pueden ser la reserva de billetes, operaciones bancarias, subastas o funciones de monedero electrónico, según el informe. Finalmente, existe una opinión unánime respecto a que no habrá un margen de beneficio en los servicios de información. Las ofertas estándar de noticias, datos de tiempo, horóscopos, etcétera, son las que más sufren el llamado efecto Internet, es decir, que el cliente espera obtenerlas gratis.
Los retrasos permanentes en la implantación de redes de tercera generación han obligado a estas empresas a concentrarse en las actuales redes de segunda generación y segunda generación y media. Ninguna de las firmas entrevistadas se consideró capaz de apostar unos recursos considerables para aplicaciones específicas de la tercera generación.