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'Telecos'

Alierta reclama cambios en la regulación europea para incentivar las inversiones

El presidente de Telefónica, César Alierta, fue el encargado ayer de romper el fuego en la reunión informal de ministros de Telecomunicaciones de la UE y lo hizo con una dura crítica a la regulación actual del sector en Europa y con exigencias de cambios. Alierta definió como prioridad para el futuro la constitución de una verdadera sociedad de la información, y para ello no vale la normativa vigente. El cambio tiene que pasar por una regulación 'estable y predecible', con capacidad de recuperar la inversión, con menos condicionantes para los operadores dominantes y con posibilidad de compartir redes y negociar con el espectro radioeléctrico.

Bajo impresionantes medidas de seguridad, Vitoria fue ayer el escenario de la reunión informal de ministros de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, que congregó en la capital alavesa a 10 responsables europeos de esta cartera y a cinco presidentes de destacadas multinacionales del Viejo Continente.

La primera intervención, realizada a puerta cerrada, corrió a cargo del presidente de Telefónica y sus palabras fueron un jarro de agua fría para los mandatarios europeos. Alierta, además, fue de los pocos ejecutivos que optó por hacer pública su intervención y sólo el presidente de Philips, Gerard Kleisterlee, siguió su ejemplo. La primera directiva de Pearson, Marjorie Scardino, prefirió guardar sus palabras para uso exclusivo de los ministros de la UE y lo mismo hicieron el director general de Vivendi Universal, Eric Licoys; el consejero delegado de Amadeus, José Antonio Tazón, y el catedrático de la Universidad de Berkeley Manuel Castells.

La reunión informal se produce en medio de una de las mayores crisis de la historia de las telecomunicaciones y en un clima de abierta disensión de las empresas con las políticas practicadas por los Gobiernos. Muchas de ellas culpan a los Ejecutivos comunitarios de una ambición recaudatoria que tiene mucho que ver con el detonante de la tormenta y cuestionan el predominio de los Gobiernos frente a los reguladores independientes.

La intervención de Alierta tuvo mucho de crítica, pero también supuso una llamada de auxilio a los reguladores europeos, que tienen en sus manos el futuro de una verdadera sociedad de la información. La normativa actual 'se ha desarrollado de forma asíncrona y no homogénea en los países de la UE' y 'no parece aplicable a un mercado nuevo y emergente'.

Apuntando a donde más duele, el presidente de Telefónica aseguró que el marco desincentiva las inversiones de lo que está llamado a ser la clave de las telecomunicaciones del futuro: la banda ancha tanto en redes fijas como en móviles.

En el primero de estos campos Europa está a años luz de Estados Unidos, con 0,9 accesos por hogar de media europea, frente a los 5,5 de EE UU o los 30 de Corea.

En el segundo, la telefonía celular, Europa sí está a la cabeza, pero la posición peligra por la regulación, insistió Alierta. Para cambiar el escenario y hacer rentables las inversiones en tecnología, Europa debe asegurar, siempre según el presidente de Telefónica, 'un marco predecible y estable', que elimine las exigencias a los operadores dominantes, porque el futuro pasa por un nuevo mercado en el que no hay marcas preestablecidas. En telefonía móvil, parte del daño ya está hecho, después de que los países de la UE recaudaran por la subasta de licencias UMTS 'dos veces la facturación del sector en 2000'.

Para compensarlo Europa debería flexibilizar las obligaciones de las licencias, permitir una gestión eficiente del espectro por parte de los operadores y compartir redes, así como abogar por la salida paulatina de los Estados del capital de las telefónicas.

Estándares abiertos

Otra de las vías de desarrollo apuntadas por Alierta pasa por la potenciación de las tecnologías con estándares no propietarios (abiertos), un aspecto en el que coincidió plenamente con el presidente de Philips. Gerard Kleisterlee pidió a los responsables de la UE que potencien y regulen la televisión digital terrestre para que se convierta en una alternativa al ordenador para acceder a Internet.

Frente a una penetración del PC entre el 30% y el 40% de los hogares, prácticamente todas las familias tienen televisión, de forma que puede jugar un papel fundamental en el desarrollo de la red. Y, en este campo, una parte importante del futuro se juega en los estándares y el MHP puede convertirse en el GSM de la televisión digital.

En el resto de las comparecencias, cuyos detalles no trascendieron, se hizo especial hincapié en la importancia de los contenidos y las aplicaciones de la sociedad de la información. El abogado de esta postura fue el representante de Vivendi, mientras que Marjorie Scardino también ahondó en el discurso de que de nada sirve tener unas comunicaciones de banda ancha si no hay contenidos para llenarlas o educación para saber utilizarlas y enriquecerse con ellas.

Birulés promete un marco más liberalizador

 

 

 

 

 

 

 

Puesto que las medidas de seguridad impedían acercarse a los dirigentes europeos y a los presidentes de las empresas elegidas para debatir el futuro de las telecomunicaciones en Europa, fue Anna Birulés, ministra de Ciencia y Tecnología, la encargada de resumir y explicar públicamente sus intervenciones. Birulés pasó de puntillas por todo lo que fueran críticas (como las de Alierta, por ejemplo, a quien acabó dando la razón en última instancia), y definió el debate como 'interesante y enriquecedor'. Acompañada del comisario europeo de Sociedad de la Información, Erkki Liikanen, Birulés anunció que la reunión informal ha decido pedir a los jefes de Estado y de Gobierno para la cumbre de Barcelona que amplíen hasta 2005 el plan de acción eEurope y que den un nuevo impulso a la sociedad de la información.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero lo más importante de su intervención fue la promesa de llevar a la cumbre de Barcelona las conclusiones de la reunión informal para que, junto con la regulación del denominado Paquete Telecom, se dé lugar a un marco más abierto, con mayores dosis de liberalización e integración, y que permita 'que las inversiones se realicen en un entorno de rentabilidad'. Porque Birulés, al igual que Alierta, considera indispensables las infraestructuras de banda ancha para la sociedad de la información. 'Todos los países europeos hemos de avanzar para fomentar el despliegue de infraestructuras'.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La dimensión comunitaria de todas las políticas fue otro punto importante del debate. En este sentido, Liikanen recordó que, a partir de ahora, la Comisión Europea tendrá una responsabilidad más importante sobre cuestiones de trascendencia comunitaria relacionadas con el espectro radioeléctrico para evitar que se reproduzcan situaciones como las vividas con el UMTS, a la vez que aseguró que las nuevas normas permitirán a las operadoras negociar con él.

 

 

 

 

 

 

 

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