Alierta señala que la regulación de las Telecos "no favorece" la toma de riesgos que la Sociedad de la Información precisa
El presidente ejecutivo de Telefónica, César Alierta, ha afirmado que la regulación actual del sector de las Telecomunicaciones "no favorece" la toma de riesgos que el proyecto de la Sociedad de la Información "precisa", durante su intervención ante los ministros comunitarios del ramo, en la reunión informal que se celebra en Vitoria.
Alierta ha criticado que la regulación de las telecomunicaciones se haya desarrollado "de forma asíncrona y no homogénea" en los países de la Unión Europea, y ha afirmado que ésta "no parece aplicable a un mercado nuevo y emergente".
El presidente de Telefónica ha remarcado, no obstante, que el de las telecomunicaciones es el "sector clave" para el desarrollo de la Sociedad de la Información, a pesar de que en la actualidad está atravesando un "momento crítico". Postura que ha justificado en la "percepción pesimista" de los mercados de capitales, unos "altos niveles" de deuda y una situación competitiva "compleja".
Para invertir la situación, ha resaltado la necesidad de impulsar la innovación, para encontrar servicios y aplicaciones atractivos para los clientes; las infraestructuras, para cubrir toda la población con ancho de banda suficiente; y el mercado, para generar el crecimiento necesario para el desarrollo de estos negocios. Todo ello, con el fin de contar con un "marco que estimule y permita la recuperación de este triple esfuezo inversor".
En su intervención, Alierta ha resaltado el papel de los operadores de telecomunicaciones para desarrollar la Sociedad de la Información, ya que sirven de "nexo" entre todos los agentes del sector, sus redes y servicios de banda ancha son "imprescindibles" para el éxito del concepto de Sociedad de la Información, y sus actividades son "intensivas en capital".
Por ese motivo, ha considerado que el entorno regulatorio debe garantizar el trato "equilibrado" a todos los proveedores de infraestructuras; la obtención de una "rentabilidad superior" al coste del capital invertido; y un marco regulatorio "predecible y estable".