Washington insiste en que sólo con un plan creíble habrá ayuda para Argentina
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, reafirmó ayer que su país no está dispuesto a ayudar a Argentina hasta que el país suramericano no presente un plan económico sostenible.
'Se necesita la creación de condiciones económicas sostenidas y después les seremos de ayuda nuevamente', dijo O'Neill ante la Cámara de Comercio en Washington. Si bien elogió los pasos dados por Argentina 'en las últimas semanas en una dirección que parece la correcta para nosotros', el funcionario no cree que haya llegado el momento de recomendar al Fondo Monetario Internacional (FMI) que apruebe un plan de asistencia para ese país.
Pero, en Buenos Aires, la elaboración del nuevo plan económico sigue trabado por las diferencias entre el Gobierno central y las Administraciones provinciales, el elemento decisivo para que el Presupuesto que discute el Congreso tenga una base sólida. El presidente Eduardo Duhalde ha dicho que las provincias deben bajar sus gastos en 15% y propone un nuevo reparto entre la nación y la periferia.
Promete, en este sentido, compensar a las provincias con parte del impuesto al cheque implantado por el ex ministro Domingo Cavallo, y quiere eliminar la base porcentual mínima de reparto existente hasta ahora. Aunque algunos gobernadores han hablado de 'posibilidades' de un acuerdo, las diferencias todavía son muy serias y el próximo lunes habrá una reunión decisiva entre Duhalde y los gobernadores.
El otro frente de conflicto que ha desvelado al presidente y a sus colaboradores, el del sector petrolero, pareció distenderse ayer con las últimas declaraciones de Duhalde. Al comentar el aumento del 5% en los precios internos decidido por Shell, Exxon y Repsol YPF, el mandatario dio un paso atrás al señalar que la subida de los carburantes 'se está manejando dentro de límites razonables'. Pero no añadió nada nuevo sobre la aplicación, ya decidida, de un impuesto a las exportaciones de crudo del 20%. Tampoco hubo comentarios de las compañías.
En el plano monetario y financiero, la crisis, sin embargo, no cesa. Ayer se conoció la decisión del banco francés Société Générale de realizar previsiones por 346 millones de euros en sus resultados de 2001 para afrontar los riesgos en Argentina. El presidente de la entidad, Daniel Bouton, dijo en París que si el Gobierno argentino no logra un plan de reconstrucción 'creíble', el banco podría abandonar el país.
En medio de rumores de intervención del Banco Central para sostener el peso, la moneda argentina recuperaba ayer algún terreno frente al dólar, al cotizar a 2,1 frente a los 2,2 del cierre del miércoles. Duhalde dijo que la moneda estadounidense se ubicará en 1,7 pesos porque 'eso es lo que se ha decidido', aunque no dio más explicaciones.
La escasez de productos farmacéuticos, el alza generalizada de los precios y la posibilidad de nuevos estallidos sociales en las provincias han sido reconocidas ayer por el ministro del Interior, Rodolfo Gabrielli, quien también afirmó que 'no se puede gobernar con asambleas populares'.