Nueva York enfría los ánimos matutinos del Ibex
El mercado madrileño ha intentado por segunda sesión consecutiva consolidar el rebote técnico después de los descensos acumulados a inicios de semana. Ayer no pudo ser y hoy, la indecisa apertura de Wall Street ha contagiado el mal de altura.
Al cierre, el Ibex moderaba las ganancias de la mañana a un 0,26%, hasta los 7.736,5 puntos tras haber superado los 7.800 en la media sesión. El Nuevo Mercado recogía el testigo alcista del Nasdaq y subía un 0,86%.
Entre los valores que han reducido los avances del Ibex, destaca el grupo Telefónica. Tras la apertura de Wall Street, sólo Terra y TPI se mantenían con ganancias, un 1,72% y un 3,02%, respectivamente. El resto, desinflaban sus ganancias: Telefónica perdía un 0,24% y Móviles se dejaba un 0,42%, a pesar de que los analistas han anunciado buenas perspectivas de resultados. Las alzas de la mañana, en sintonía con los avances de las demás telecos europeas, han terminado sucumbiendo a las malas previsiones de beneficios que presentará el grupo de Alierta la semana que viene. Hoy, Banesto y otros analistas, volvían a encender el farolillo rojo por lo que pueda afectar el efecto tango en los resultados.
El sector bancario mostraba mayor vigor y se mantenía en la zona de beneficios. Santander Central Hispano subía un 0,7%, mientras que BBVA perdía los avances, y cerraba plano, después de que la firma de inversión BNP Paribas ha recortado un 10% la estimación de beneficio por acción para este año, hasta 0,81 euros. El Popular sumaba un 2,65% y Bankinter avanzaba un 0,52%.
Por otra parte, Arcelor remotaba posiciones tras el castigo de sus primeros días en el Ibex y era el valor de mejor comportamiento del mercado con un avance del 4,38%.
Al ritmo que marca Wall Street
No son los indicadores de la salud económica española los que están moviendo el sentimiento del mercado. Como de costumbre, pesa más la sensibilidad que se vive en el parqué neoyorquino. Ayer, la apertura alcista consiguió anular las caídas en una sesión en la que se impusieron las jugadas a corto. Hoy, al revés, Nueva York ha fulminado con su apertura titubeante las ganancias de la mañana. Ganancias que han ignorado el dato de que la desaceleración económica fue patente en 2001.