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Intereses de la deuda

Jazztel paga en Bolsa la debilidad de su balance y pierde un 22,9% en el año

Esta débil posición financiera ha tirado por tierra todo lo que Jazztel ganó cuando recompró deuda en noviembre. En 2002 la empresa ha cedido el 22,9%, menos que otras compañías del sector. Pero los expertos son pesimistas.

Ofrece una seguridad financiera muy pobre'. Es la definición oficial de Moody's para las compañías con una calificación de Caa. La de Jazztel, Caa3 está en la banda baja dentro de esa nota y con perspectiva negativa, a un escalón de la categoría C. De las empresas que están en esta última calificación, Moody's dice que 'a menudo' incumplen sus obligaciones. Jazztel, como tantas otras telecos alternativas, ha pasado de cotizar al alza perspectivas de crecimiento a depender sólo del balance.

En su contexto, la empresa española no lo ha pasado tan mal. De entrada, no ha quebrado, como muchas de su sector. La caída en el año es del 22,9%, menor que la de la mayor parte de telecos alternativas e, incluso, que la de France Télécom o Deutsche Telekom.

Pero la empresa española tampoco vive desahogada. La mitad de sus ingresos se volatiliza en pago de intereses. En noviembre recompró deuda, lo que aligera la carga financiera. Entonces, la acción escaló un 61%, pues Jazztel redujo la carga de la deuda a un precio bajo.

La parte mala es que dejó la caja seca para las inversiones necesarias. 'No sé hasta qué punto Jazztel ha cumplido sus necesidades de inversión', asegura un analista. La empresa asegura haber completado, eso sí, gran parte de la red principal de banda ancha.

Por otro lado, el 19 de diciembre Jazztel advirtió al mercado que sus beneficios no responderían a las previsiones. Es aquí donde algunos analistas ven el punto débil. 'Las cuentas de la empresa estaban muy ajustadas para no tener que pedir más dinero en un entorno complicado como el actual. Ahora que va a generar menos flujos de caja, seguramente tenga que pedir 50 millones de euros', comenta Alicia Jiménez, analista de DAB Bank. 'El mercado de crédito está seco y, si no consigue que Ericsson financie el equipamiento que vende, tendrá que ampliar capital para dar entrada a un socio', apostilla. Se ha barajado la entrada de Uni2, pero France Télécom no puede consolidar en su balance la alta deuda de Jazztel, pues sus cuentas ya son frágiles.

La empresa española, pues, está acuciada por los problemas financieros. En el peor de los casos, tendrá que buscar algo de dinero para seguir funcionando, y por eso va mal en Bolsa. Pero, comparada con otras compañías de su sector que deben pedir 500 millones de euros, la situación no es tan crítica.

Un sector azotado por las quiebras

 

 

Las compañías de telecomunicaciones alternativas, especializadas en el tráfico de datos a gran escala para Internet, están protagonizando la segunda oleada de quiebras en la crisis tecnológica, tras el desastre de las puntocom.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Muchas de las empresas del sector habían construido planes de negocio contando con una explosión perpetua del negocio y una corriente de financiación continua. No así Jazztel, que, pese a sus problemas, podrá sobrevivir.

 

 

 

 

 

 

 

Primero se secó el grifo de la financiación. De repente, las empresas dejaron de recibir dinero de los inversores, con lo que no podían seguir con sus planes de construcción de infraestructura. La menor inversión en capital impidió, asimismo, cumplir el plan de negocio también por el lado de los ingresos.

 

 

 

 

 

 

 

En estos casos, se entra en un círculo vicioso. Cada vez se pagan tipos de interés más altos por la deuda, cada vez se invierte menos y cada vez se ingresa menos. Es un círculo en el que han entrado Global Crossing, Qwest y Carrier1, entre otras.

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