Las crisis alimentarias provocaron una caída del 2% en las ventas del sector
La industria de la alimentación y bebida cerró el año 2001 con un retroceso del 2% en producción y de casi el 1% en pesetas constantes. Ello significa que las ventas alcanzaron 56.255 millones de euros (9,36 billones de pesetas), según la patronal FIAB. Este descenso se ha debido a la desconfianza del consumidor que se ha visto influenciado por las crisis alimentarias, especialmente la de las vacas locas y la del aceite de orujo de oliva.
De año 'anodino, tirando a malo', calificó ayer Arturo Gil, presidente de la FIAB (Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas), el pasado ejercicio. La producción industrial cayó un 2%, la mayor de los últimos 15 años, lo que en pesetas constantes (descontada la inflación del sector) se tradujo en un descenso de casi el 1%, hasta alcanzar los 9,36 billones de pesetas (56.255 millones de euros).
Esta caída se debe a la disminución en el consumo de productos que ha venido dado por la desconfianza que las diversas crisis alimentarias habidas durante 2001 han generado en el consumidor. La polémica de las vacas locas y la crisis del aceite de orujo de oliva han sido los dos episodios que más han influido en esa sensación de inseguridad que ha afectado al usuario. No obstante, las perspectivas para 2002 'son mejores, esperamos que disminuya esa desconfianza y que haya una recuperación por parte de las empresas', señaló Arturo Gil.
En este contexto, la FIAB, la patronal de la industria, insiste en la necesidad de constituir la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, una iniciativa que la Federación ya pidió en 1997, cuando las comunidades autónomas asumieron la competencia del control alimentario y sobre la que ya está trabajando la Administración.
Jorge Jordana, secretario general de la FIAB, comentó que el Gobierno no se ha dirigido a ellos para consultarles 'cuando nosotros somos los más interesados en que existan unas reglas del juego serias y una Agencia de Seguridad Alimentaria que funcione de forma correcta. Queremos que tenga competencias ejecutivas porque en el proyecto actual no las tiene y que haya un responsable ejecutivo'.
Jordana, que también puso de manifiesto las diferencias de criterio que en esta materia existen entre los Ministerios de Agricultura y Sanidad, añadió que no le preocupa que la agencia aún no esté operativa, ya que es preferible afianzar bien la estructura, las competencias y el funcionamiento de la misma. 'Nos daremos por satisfechos si está operativa a finales de año', puntualizó.
Por otra parte, el sector de la alimentación ha perdido durante el año pasado 752 empresas, de las cuales 677 han sido por cese de actividad y las 75 restantes por ventas o fusiones. Esto significa que la industria continúa un proceso de reestructuración en el que las pequeñas empresas familiares con cinco trabajadores de media son las que más se están viendo afectadas.
El sector emplea a más de 393.000 personas, con un incremento del 0,64% sobre el año anterior.
En cuanto al comercio exterior, las exportaciones aumentaron durante el año pasado un 14,13%, hasta alcanzar los 5.874 millones de euros (977.468 millones de pesetas). Por su parte, las importaciones crecieron un 13,02%, lo que supuso un total de 6.017 millones de euros (más de un billón de pesetas). La tasa de cobertura se ha mantenido en torno al 97%, lo que significa mantener el déficit.