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Viticultura

El valor de la producción de vino cayó a la mitad en 2001

El epígrafe vino y mosto aportó en 2001 a la producción agraria un 43% menos: 667 millones de euros frente a 1.190 que supuso el año anterior. El dato es lógica consecuencia del momento crítico que atraviesa el mercado vitivinícola español. Los productores aducen además que no habrá soluciones mientras no se elabore un plan estratégico a imagen de otros países que también sufren los rigores de un mercado estancado, como Francia. Agricultura, sin embargo, sostiene que no pondrá dinero.

Un estudio sobre las macromagnitudes agra-rias españolas de 2001 elaborado por los técnicos de la Unión de Pequeños Agricultores dice: ¢El sector vinícola español está en profunda crisis, tal y como demuestran los propios datos del Ministerio de Agricultura. La cosecha ha sido un 23,1% inferior y los precios han caído asimismo un 27,1%, lo cual supone una pérdida de valor del 43,9% respecto a a la subida de la renta agraria total de un 4,7%. Y a su vez significa que el sector vitivinícola es el que más pérdida de renta ha sufrido en España, igualándose en valor económico, por ejemplo, al de la patata en cuanto a su aportación a la producción final agraria, un 1,88%, pese a su especial singularidad¢.

De 198.400 millones de pesetas que supuso el epígrafe vino y mosto en la producción final agraria de 2000 (que mide la producción agraria y no industrial del vino, esto es, la uva más el vino producido en cooperativas), el avance de 2001 muestra una cantidad de 111.200 millones de pesetas, efectivamente una caída del 43%. No es extraño, por tanto, que los vitivinicultores sostengan que el vino está ahora más barato que el agua.

Los precios medios del vino blanco comercializado a granel, más de la mitad del que se produce en España (unos 40 millones de hectolitros al año), estaría este año en unas 36 pesetas el litro. Apenas unas 10 pesetas más caro se ha vendido el tinto a granel y poco tienen que ver con estos precios, los que marcan los vinos amparados bajo denominación de origen, aunque éstos suponen sólo un 25% de todos los caldos producidos en nuestro país.

El mercado vitivinícola español adolece de falta de actividad comercial, bajos precios y un elevado nivel de existencia en las bodegas. Y aunque la crisis es generalizada en lo demás países productores, ¢España corre un grave riesgo de quedarse descolgada de los mercados mundiales si no se toman medidas inmediatamente¢, sostiene Manuel Sánchez Brunete, responsable vinícola de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG).

De hecho, las producciones del Nuevo Mundo están ya arrojando de los mercados más suculentos a los caldos menos competitivos: Argentina, Chile o Suráfrica se han plantado sin pudor en Alemania y Reino Unido con vinos de calidad, pero más baratos que los producidos en Europa.

Y además, los mercados de los países comunitarios productores tradicionales, están siendo ayudados más que el español, opinan los vinicultores, por sus respectivas Administraciones. Por ejemplo, hoy mismo, el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, aprobará muy probablemente medidas de destilación de crisis para Francia y Alemania por una cantidad de ocho millones de hectolitros con ayudas nacionales, apoyo que en España no se contempla.

Asimismo, los Estados productores comunitarios, por ejemplo Francia, se han empleado en la elaboración de un plan estratégico para dinamizar el sector que incluye además dinero nacional: 120 millones de euros empleará el Gobierno francés para que los productores galos intenten recuperar la posición dominante

El sector pide un plan a la francesa

 

Los vitivinicultores españoles seguirán con lupa las evoluciones del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea que se celebra hoy en Bruselas. Presumen que el ministro Miguel Arias Cañete puede dar el visto bueno a una destilación de crisis de ocho millones de hectolitros, solicitada por Francia e Italia, que contaría con un tramo de ayudas nacionales.

 

De esta manera los vinos franceses e italianos contarían con ayudas de 2,74 euros por hectogrado, en el primer caso, y de 2,20 euros por hectogrado en el segundo. Estos apoyos les procuraría un viaje holgado por los mercados en detrimento de los caldos producidos en España, que verían mermada su competitividad.

 

El sector vitivinícola amenaza con utilizar todos los resortes, en ese caso, para lograr una ayuda similar a la francesa. El año pasado, prácticamente todos los países productores de la Unión Europea concedieron ayudas nacionales al vino, salvo España.

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