Mucho más que vino
Desde el próximo sábado, los lectores de Cinco Días tienen una cita con la viña, la bodega, la botella y la copa
Un hombre de mediana edad entra en una pequeña tienda de vinos. En sus vitrinas, miles de botellas. Lucen con orgullo etiquetas de oro, negro, burdeos Y comienza el juego: 1995, 1996, 1997, 1998; Joven, Crianza, Reserva, Gran Reserva; Ribera del Duero, Rioja, Jumilla, Penedés, Alella; tinto, blanco, rosado, cava... Nombres nobles o de campo, bodegas de aquí y de allá. Pero la botella sigue sin revelar su calidad, sus aromas, sus preferencias gastronómicas.
Adquirir un vino es un placer, pero también un riesgo si el precio pagado no responde a lo buscado. Un riesgo que puede verse reducido gracias al conocimiento previo de una serie de conceptos, de leyes naturales y de normas impuestas, que permiten valorarlo previamente a su consumo. Las botellas hablan a través de sus etiquetas, pero hay que conocer su lenguaje. Y cuando llega a la copa, el vino revela todo lo que hay en sí mismo, pero hay que saber buscar, a través de la vista, el olfato, el tacto con la copa al servir y, por supuesto, del disfrute en la boca.
En un momento en el que el vino ha entrado con fuerza en el ocio y gusto de los españoles no se puede dejar de lado el aprendizaje que permita saborear este magnífico producto en su plenitud. Conocer cómo se elabora, qué reportará una larga crianza en roble o descubrir las últimas elaboraciones de cada rincón de nuestro país es el reto que, desde el próximo sábado y cada semana asumirá Cinco Días.
Un recorrido por cada zona vinícola de España, desvelando los secretos de míticas Denominaciones de Origen, como Rioja, Ribera del Duero, Toro, Navarra o La Mancha. Y también del mundo, como Burdeos, California o Nueva Zelanda. Sin olvidar las más jóvenes como Bullas, Abona, Valle de Güimar o Ribera del Guadiana. Y en cada parada, el equipo técnico de Vinoselección, el primer Club de Vinos de España, escogerá para los lectores del periódico tres grandes vinos, que serán analizados con los cinco sentidos.
El acercamiento al vino será algo más que geográfico. Porque también hay que aprender a coger apropiadamente la copa, a catar el vino, a servirlo en la mesa, a solicitarlo en un restaurante. Distinguir la cosecha más deseada en cada comarca vinícola y maridar adecuadamente el vino con el plato de cocina, para que ambos destaquen en plenitud, sin velar al otro. En el tiempo, los protagonistas serán el viticultor, con la poda y la vendimia; y el enólogo, a través de la elaboración, la crianza y la estancia en botella.
Una fórmula sencilla y amena de llegar al vino para todos los que lo aprecian, especialmente el vino español. Desde la cepa a la bodega, de la tolva al tanque, de la barrica a la botella y por fin a la copa. Para saborear, y entender, los mejores tintos, blancos y rosados del mundo a través de la palabra.
U