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Junta de accionistas del SCH

Obsesión por la exigencia en el trabajo y la cuota femenina

Mónica. Directora de oficina. Comienza su jornada a las 7.45 am y a las 7 pm aún continúa con su labor comercial. Nuria, directora del proyecto Da Vinci. Inicia su jornada a las 8.00 am y hasta las 8.30 pm no disfruta de su tiempo de descanso.

Son secuencias fotográficas de una jornada de trabajo normal para empleados del Santander Central Hispano. Las recoge el informe anual que el banco presentó el sábado a sus accionistas y son ejemplos que ilustran bien la filosofía de Emilio Botín, manifestada en muchas de sus intervenciones públicas.

"Contamos con un gran equipo que tiene el apoyo de una política de recursos humanos basada en la exigencia, la motivación y la promoción de los mejores", dijo el sábado ante sus accionistas. "Si hay que echar hora y media más de trabajo al día, se echa", ha dicho otras veces a sus directivos. "El puesto hay que ganárselo día a día". "Me encanta la competencia dentro de la casa (...) Trabajo, motivación y espíritu de equipo". Y es que para Emilio Botín, la máxima "no basta con ser los mayores, sino que hay que ser los mejores" se traslada a cada uno de sus 114.927 empleados.

Tampoco es baladí que los dos ejemplos que recoge la memoria sean femeninos.

Las fotografías aludidas no son las únicas que llaman la atención en el informe. La más llamativa es, sin duda, la que abre el libro, con un Emilio Botín como presidente único que acapara casi toda la página, acompañado por Ángel Corcóstegui en un modesto segundo plano.

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